«Lágrimas desordenadas» y emociones a flor de piel: Melendi reconquista Sevilla
El artista asturiano hizo vibrar la Plaza de España en el Icónica Sevilla Fest, con un recorrido por los temas más míticos de su discografía
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Algunas noches en Sevilla parecen estar minuciosamente preparadas para lo que va a pasar. Son el envoltorio perfecto, el atrezo oportuno para acoger momentos inolvidables, y ayer la Plaza de España estuvo a la altura de uno de los espectáculos más esperados por todos los allí presentes.
En una noche precedida por la lluvia y aún con el olor a humedad en el ambiente, la capital hispalense se convirtió en el epicentro de la música y la nostalgia, toda una cápsula del tiempo para acoger a Melendi en el primer fin de semana de música del Festival Icónica de Sevilla. El cantante asturiano, en el marco de su gira «20 años sin noticias», ofreció un concierto que fue más que una simple actuación: fue una celebración de dos décadas de éxitos, emociones y una conexión inquebrantable con su público.
Por eso, cuando eran las nueve y media de la noche, el público comenzaba a llenar el recinto con la sensación de quien sabe que está a punto de vivir algo inolvidable. Las colas inmensas, la ilusión intacta y Estopa ambientando de fondo, dicen que los grandes se reconocen entre ellos. Mientras unos disfrutaban de cerveza y buena comida, otros ya buscaban su sitio para no perderse nada.
Un juego de luces que resaltaba la arquitectura de la Plaza de España y música flamenca, dieron paso con puntualidad al artista asturiano. Que sorprendió a todos sus fans sevillanos con un vídeo montaje de James Bond, con él mismo como protagonista, y un recopilatorio de imágenes del artista a lo largo de los años.
Desde el primer acorde de «El Parto» los asistentes se dejaron la voz coreando «Melendi», y el alma en cada letra, cada canción y cada historia que el artista cuenta desde hace más de dos décadas. «¡Hoy todos somos piratas!», así introdujo la segunda canción de la noche, «Piratas del bar Caribe«, con la que hizo explotar al público que más le conoce.
Y es que el cantante traspasa generaciones, y así lo hizo saber: «Quiero ver la cara de las personas que han venido, gracias a todos los que habéis querido estar aquí, para nosotros es la leche estar cumpliendo 20 años y ver caras de gente tan joven, es la ostia estar aquí».
Carismático y entregado, Melendi reaccionaba ante la ovación atronadora de su público que no dudó en cantar por él «Te quiero como el mar», otro de sus temas más emblemáticos.
Jugando con la adrenalina, el asturiano aprovechó que su público bajó la guardia, para interpetar una de sus baladas mas intensas: «Llueve» se hizo protagonista del momento. Los brazos al aire y las miradas con lágrimas en los ojos no tardaron en llegar.
Un pacto de amor con su público
A llegar la segunda parte del concierto, la complicidad entre artista y público era más que evidente: «Esta la vamos a cantar todos», gritó. Así llegó «Un violinista en tu tejado», y la magia se abrió paso: el público cantaba al unísono con la mano en el corazón. Ya todo eran clásicos y «Barbie de extrarradio» no necesitó presentación.
«Cenizas en la eternidad» fue la siguiente, una declaración de intenciones a su público, a quien agradeció estar ahí a pesar del tiempo y los cambios.
Dicen que las miradas nunca mienten, y la de Melendi sobre el escenario sólo expresaba amor por todos aquellos que estaban allí, apoyándole. En un momento de la actuación, una persona del público sufrió un desmayo y fue él mismo el que paró a los músicos y pidió ayuda para que fuese atendida lo antes posible.
Después del susto, el artista pudo retomar las riendas del espectáculo y dio paso a la traca final, que vino con un popurrí de sus mejores temas: «La promesa», «Se lo que hicisteis», «Mi rumbita pa tus pies» o «Hablando en plata», fueron algunas de las joyas de la noche.
Como no podía ser de otra manera, el asturiano sorprendió interpretando «El nano», canción que le dedicó a Fernando Alonso y que sigue siendo uno de sus temas más cantados. Tampoco se olvidó de «Cheque al Portamor», «Canción de amor caducada» y «Lágrimas desordenadas», que completaron un éxtasis como ningún otro.
Así, Melendi cerró una noche mágica en el Festival Icónica, recordándonos a todos por qué, después de 20 años, sigue siendo una de las voces más queridas y reconocidas en nuestro país. Sevilla pudo ser testigo de un concierto que fue una celebración de la vida y la música, de los recuerdos y los sueños que nos unen a todos. Una cápsula del tiempo que será muy difícil de olvidar.
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