Conciertos

Fito Robles (Siloé): «Tengo la sensación de que ha sido orgánico, que no nos hemos saltado ningún paso»

El grupo vallisoletano Siloé, en su gira con el disco 'Santa Trinidad', dará un doble concierto en Sevilla con todo agotado, los días 13 y 15 de febrero en la sala Custom

El grupo Siloé dará un doble concierto en Sevilla con todo agotado ABC

E. M. Malpartida

Sevilla

En esta vida nunca se puede dar nada por sentado y en la música mucho menos: cuando piensas que no te va a tocar, te toca. Algo así es lo que le ha ocurrido al grupo Siloé. A sus 35 años y en plena madurez musical, el éxito llama a su puerta con un disco en el que a priori la única expectativa que tenían era disfrutarlo. Aforos agotados, dobles citas en ciudades importantes, presencia en grandes festivales, una alta venta de merchandising y un proyecto al que se va sumando cada vez más gente.

Fito Robles, cantante y compositor de Siloé, atiende a ABC a las puertas de la que será una de esas dobles citas importantes en la agenda del grupo: los días 13 y 15 de febrero estarán en la sala Custom con todo vendido: «Hay que estar muy agradecido de las cosas que nos pasan, estamos intentando asimilarlo y disfrutarlo».

Siloé en Sevilla

  • Dónde: Sala Custom

  • Dirección: C. Metalurgia, 25, Norte, 41007 Sevilla

  • Cuándo: 13 y 15 de febrero

  • Horario: 21:30 horas.

  • Precio: 20 euros (agotadas)

-Desde la salida de 'Santa Trinidad' han pasado muchas cosas y casi todas muy buenas. ¿Cómo está? ¿Cómo lo está viviendo?

-Intentando asimilar lo que está pasando con el grupo. Para nosotros es todo nuevo en el sentido de que somos los nuevos en la oficina para los festivales, aunque hemos hecho muchas cosas realmente tampoco han sido tantas de primer nivel. Me abruma el cariño de la gente, lo que está pasando con el grupo. También estoy intentando disfrutarlo de verdad, porque con la vorágine del día a día no te das cuenta de que hemos agotado muchas salas, de que la cosa va muy bien. Estamos muy agradecidos.

-Tenéis varias ciudades con segundas fechas, todo agotado… ¿sentís que es la gira de vuestras vidas? Por lo menos hasta el momento.

-Hasta el momento sí. Es más, por supuesto que porque hay fechas agotadas, sino que tengo la sensación de que la cosa ha sido orgánica, que no nos hemos saltado ningún paso. En Sevilla hicimos el Fun Club hace muchos años, además hemos estado en centros comerciales, hemos tocado para marcas, hemos hecho montonazos de conciertos por Sevilla, luego hicimos la sala X y ahora vamos a hacer la sala Custom… parece que no, pero el grupo tiene un recorrido de siete u ocho años fuerte y poco a poco parece que estamos llegando a un sitio bonito. Nos lo está dando el tiempo. Eso es algo precioso, cuando las cosas vienen así, pues genial.

-Poco a poco y en plena madurez, este éxito os llega a los 35 años, con mucha carretera encima, pero nunca es tarde si la dicha es buena.

-Eso es, nunca es tarde. A veces se han puesto chungas las cosas. Hemos pasado por momentos de juicios, hemos pasado por momentos que hemos querido dejarlo porque no daba para más, endeudándonos con los bancos… y ha sido una sorpresa, porque Santa Trinidad es el disco con menos expectativas que teníamos. No por nada, sino porque te vas haciendo mayor, hicimos un disco con todo el cariño del mundo pero sin más pretensión, y de repente ha sido el más aclamado y el que nos está trayendo todas estas alegrías. Es una lección de vida.

-Decís que es el disco en el que habéis puesto menos expectativas y a la vez el más importante de vuestra carrera. Aparte de los éxitos evidentes, ¿por qué es así?

-Porque nos ha cambiado la vida de manera que nos permite vivir de nuestra música, hemos cumplido el sueño de tocar en festivales enormes y de repente pasamos 200 noches al año fuera de casa. Todo eso te cambia la vida. Nos hemos encontrado en la carretera con amigos maravillosos que nos están ayudando en el camino. Nuestra vida también ha dado un giro gordo porque no es lo mismo pasar 200 noches fuera de casa que todas en casa. No podemos estar más que agradecidos.

-¿En qué otros aspectos notáis el éxito de este álbum? Hay cosas más evidentes, pero otras que no.

-Mira, por ejemplo, no doy a basto a contestar la cosa que tengo en mi Whatsapp, es algo que nunca pensé que me podía pasar. A mí me gusta quedar bien con todo el mundo, pero me estoy dando cuenta de que no doy a basto. De familia, de gente pidiendo entradas, de otros solicitando cosas… Me pasa también con mis hijos, que voy por la calle y nos van parando todo el rato para hacerse fotos y de repente te da cuenta de que eso afecta a la familia.

La manera que tienes de disfrutar la vida ya no es tan pública como lo era antes. Todos se acercan con muchísimo cariño pero las cosas cambian. La vida nos ha cambiado en un momento. El cole de nuestros hijos, el día a día, que necesitamos ayuda para hacer muchas cosas a las que no llegamos, necesitamos contratar personal… Intentamos que sea lo mínimo posible, pero no es así, la vida te cambia. Eso condiciona tu manera de actuar y de pensar muchas veces, pero bueno, intentando llevarlo con normalidad.

-No solo cambia la vida, sino también el propio proyecto artístico, pues ha comentado en alguna ocasión que no solo componía para el grupo, sino para otros artistas y bandas, para bandas sonoras…

-Teníamos un estudio de grabación en Madrid y lo hemos vendido, hacíamos canciones para otros artistas y ya no lo hacemos. El proyecto, cuando tiene más ambición, requiere de más tiempo para los directos que se vienen. Eso nos lleva a una dedicación exclusiva al grupo, simplemente por la venta de merchandising, por ejemplo. La venta es tal que hemos tenido que dedicarnos a esto exclusivamente. Cuando te quieres preocupar por el público a este nivel, requiere de una dedicación exclusiva. Gracias a dios podemos pagar esa dedicación exclusiva, tenemos los recursos para mantener una crew, y a nueve familias que ahora salimos de gira… eso es muy bonito. El grupo se puede dedicar por fin al grupo, eso es un sueño.

-¿Pensáis ya en lo que puede venir después de Santa Trinidad?

-Estamos preparando un álbum y ya lo tenemos bastante, bastante, bastante enfilado. Estas cosas se tienen que hacer así. La gira pasada teníamos un pelín más de tiempo, la mayoría de temas los he escrito entre los momentos libres en casa y los hoteles. Hemos ido grabando el disco como buenamente hemos podido y dándonos el lujo de contar con productores y gente a quien queríamos meter y antes era imposible. Hemos contactado productores, estudios en Barcelona, productores en Madrid, para un trabajo que verá la luz en 2026, aunque habrá singles en 2025.

-¿Qué momentum refleja Santa Trinidad, aunque no sea tan evidente en las letras o la música?

-La conexión con mi casa. Muchas veces, el hecho de poder dar cariño fuera, al amigo, al fan, nos hace darnos cuenta de que sale de casa. Es un disco que promulga un cariño que siento de mi familia más cercana y directa. De esa manera es más fácil propagar cariño y amor y de eso quería escribir. Es algo muy bonito. Muchas veces nos cuesta mirar el amor cotidiano, que es el que no ves, el que está tapado y surge cuando te ves en la cocina.

El otro día se lo escuchaba a Najwa Nimri, decía que todos tenemos mierdecillas. Todos. Todos somos unos mierdas y todos tenemos partes brillantes. ¿Las mierdas quien te las ve? Con quien estás en casa. Ese es quien te las ve, porque es con quien eres tú mismo. Es la persona con la que eres como eres. Eso es la hostia, ver que el amor de verdad está ahí, el que no tiene que ver con un deseo puramente sexual o con el dinero o con otras cosas. Ese es el concepto de Santa Trinidad, ver el cariño en casa y sacarlo fuera.

-A nivel sonoro la banda ha buscado, no subir un escalón, pero dar un paso hacia un lugar distinto: dejáis la autoproducción y buscáis trabajar con Pablo Cebrián, ¿cómo ha sido ese proceso?

-Cambia totalmente. Pablo nos puso a tocar desde el primer momento, a sacarle un sonido a la banda que probablemente ya tendría pero que es difícil, porque coger a músicos que llevan años tocando juntos y ponerlos a tocar a ese nivel… ha sido un curro increíble. Le estaremos agradecidos toda la vida porque nos ha quitado de muchos miedos, a ser más guitarreros de lo que éramos, que la batería fuera más cruda, a sonar potentes con muy pocos elementos.

Él ha cogido los tres elementos que teníamos encima del escenario y ha dicho: estos son los protagonistas. Las tres cosas a toda hostia. Hay que tener huevos, coraje y valentía. Ha cogido las canciones y las ha transformado en algo muy bonito. Yo tengo una forma de escribir más introspectiva, menos universal, más íntima, y ha cogido eso y lo ha convertido en algo para todo el público. Eso es increíble. Trabajar a su nivel, no he trabajado con nadie así en la vida.

-Sobre las dobles citas en distintas ciudades, Sevilla es uno de esos lugares donde habéis agotado ambas. No sé si sentís como grupo una conexión especial con distintas ciudades, no tiene por qué ser Sevilla, pero sí con cómo recibe el público a la banda.

Sí que lo creo, no todos los sitios son iguales. No sé cuáles son peores, pero sí que Sevilla en este caso, y nos ha pasado siempre, no es una ciudad fácil. Es un público exigente, es muy respetuoso. Al ser capital, muchos de los grandes shows se cierran en Sevilla, y eso hace que el público esté bien educado y sea más exigente. Nosotros que somos bandas más pequeñas, cuando acudimos a Sevilla te da más respeto, es una plaza de primera división. Siempre se nos ha tratado muy bien y se nos ha querido un montón. Tengo en la mente algún concierto que hemos hecho en Live The Roof, en sitios más complicados, recuerdo los primeros conciertos en Sevilla que la gente era muy callada. Eso recuerdo, un público muy callado y yo pensar que no les gustábamos (risas).

-Pero luego no era así.

-¡Exacto! ¡No era eso! (ríe) Luego pasa que el público sevillano, por ejemplo, jalea menos que el granadino, y no era eso: es que es más respetuoso y llegan después del concierto, de manera privada, y te dicen: increíble el concierto. Y tú dices, joder, cabrón, ¡dilo durante el concierto! (risas). Estamos aquí en vilo, porque miras a las caras de la gente y claro, miras las caras y ves que es así. El fan sevillano es muy fiel. Las personas que nos siguen, que ves las caras, recuerdo perfectamente a quienes están desde las primeras veces y están ahí, con más amigos, pero no es sencillo, no me parece un sitio fácil.

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