TVEO
Más Woody Allen y menos pelmas
David Trueba entrevista al director en 'Un día en Nueva York con Woody Allen'
Woody Allen: «Si tengo que conseguir yo el dinero, creo que no habrá más películas»
![Allen y Trueba, durante la entrevista](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/02/24/woody-RdrjIWKDYuM7FYTUL9B9NnL-1200x840@diario_abc.jpg)
David Trueba es un muy buen novelista. Woody Allen reconoce la dificultad de escribir una novela frente a escribir un guion. Se lo cuenta en la entrevista que el español ha hecho al americano ('Un día en Nueva York con Woody Allen' ... ) para Movistar+. Apenas 40 minutos. Desde la primera película, 'Toma el dinero y corre'. Lo que más le emocionó fue ir a la prisión de San Juan. «Hoy no podría, me he vuelto claustrofóbico». En esa película no pudo, como quería, hacer un documental en blanco y negro, todavía no se lo permitían. Ya lo haría más adelante ('Zelig').
De director a director, Trueba le pregunta por el montador Ralph Rosenblum o por el director de fotografía Gordon Willis. 'Annie Hall', un cambio en su carrera, fue la primera con él. «Sacrifiqué las risas por la trama». Una transición. En la conducción que lleva Trueba, 'La rosa púrpura del Cairo' supone otro cambio. Ese espíritu de Sturges o Capra. «No lo he pensado así. Tuve la idea para esta película, la hice y me gustó de verdad. Otras veces me decepciono… Es entretenida. Me gusta mucho». Eso es Woody Allen, la idea del disfrute.
Cita con naturalidad a Mia Farrow. Por ejemplo, cuando Trueba le pregunta por las veces que en los 90 volvió a rodar escenas enteras. Dice que era fácil cuando la persona a la que tenías que llamar de nuevo era Keaton o Farrow. Por la cercanía. También cuenta que es más fácil escribir un guion con alguien en mente, pero que muchas veces tiene que arreglárselas. Que piensa en Robert Redford, en Scarlett Johansson o en Brad Pitt, pero tienen otras cosas que hacer. También hay otro momento técnico para 'Maridos y mujeres' y el director de fotografía Carlo di Palma. Por el estilo de cámara al hombro. Por los falsos documentales. «Me gusta eso que llaman rodaje áspero de guerrilla». O «el estilo de cada película lo dicta el contenido».
También dice Allen que casi nunca ha tenido un conflicto con un actor. Si acaso menor y por su culpa, que casi siempre la culpa estaba en el guion. Reescribe y ya está. «No me importa si no se quieren poner un jersey, nada de eso es importante». Cualquiera se acuerda de Hitchcock imponiendo el vestuario y los zapatos que Kim Novak no se quería poner en 'Vértigo'.
En las conversaciones de dos directores (un clásico) siempre vamos a Truffaut y Hitchcock desmenuzando las películas. Eso es lo que echo de menos aquí. Más tiempo, más conversación. Otro ejemplo es Garci y Deborah Kerr película por película. Desde el punto de vista televisivo (otro clavo en la mejor TVE de la historia, la de los 80), está el ciclo de Douglas Sirk acompañado de las extraordinarias entrevistas de Antonio Drove a Sirk (luego se convertirían en un libro joya: 'Tiempo de vivir, tiempo de revivir'). Sabe a poco esta conversación con un Woody Allen de 88 años. Aunque lo importante son las películas y no la cháchara, dijo ella, terminando de soltar un rollaco por escrito.
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