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Conmoción por una doble expulsión disciplinaria sin precedentes en 'GH Vip 8': «Cruzaron una línea que no podemos permitir»

La organización del programa ha echado por la puerta de atrás a Álex Caniggia y Gustavo Guillermo por haber infringido las normas de conducta

'GH' pierde al concursante más VIP: Javier Fernández abandona tras recibir un ultimátum del 'reality'

´Álex Caniggia y Gustavo Guillermo en la gala de 'GH Vip 8' Telecinco

María Robert

'GH Vip 8' ha vivido una auténtica ciclogénesis explosiva. En menos de 24 horas ha perdido nada más y nada menos que cuatro concursantes: tres la misma noche (uno por abandono y dos por expulsión disciplinaria), mientras que Marta Castro se convirtió en la última eliminada de la audiencia durante la gala de Halloween emitida este jueves 2 de noviembre. En consecuencia, queda todavía la mitad del concurso y solamente sobreviven en Guadalix ocho concursantes.

Primero salió Javier Fernández. En el programa de 'Última Hora' del miércoles, el patinador artístico comunicaba su decisión de abandonar. Acabada la conexión con Lara Álvarez, sin embargo, la señal del 24 horas que muestra la vida en directo desde la casa permaneció censurada algo más de tres horas, lo que solo podía significar que algo gordo estaba pasando dentro de las paredes de Guadalix.

Era de madrugada cuando la cuenta oficial de 'GH' comunicaba por fin lo sucedido: la dirección del 'reality' había decidido expulsar de manera disciplinaria a Álex Caniggia y Gustavo Guillermo. Respecto al motivo de esta drástica medida que dejó a los seguidores del concurso en 'shock' como era de esperar, solo revelaron que habían infringido las normas de conducta exigidas, instando a los espectadores a sintonizar la gala del jueves.

Contraviniendo la regla no escrita de que los expulsados disciplinarios no pisan el plató, los dos protagonistas estuvieron presentes para dar a conocer por fin todos los detalles de lo sucedido.

La comida fue el detonante de una nueva bronca entre los 'teams' naranja y azul. Los concursantes se habían enzarzado en una discusión por coger alimentos de la compra común. «Basta de seguir jugando el juego de ellos. No voy a convivir más con ellos», espetaba Laura Bozzo, además de acusar a Jessica Bueno de «lameculos» de José Antonio Avilés.

A Gustavo, que hasta esa noche se había llevado bien con ambos grupos, se le acabó la paciencia. El 'pacificador' de 'Gran Hermano' les afeó a Laura, Álex y Naomi su intento continuo de victimizarse por ser el grupo minoritario, desmontando la falsa división de la casa que los naranjas han querido vender de cara a la audiencia por estrategia. «No quiero saber nada de esta gente. Nos machacan y nos intentan destrozar», manifestó enfadado el hombre de confianza de María Teresa Campos.

'GH' evita poner las imágenes de la trifulca

Lo último que se vio en el directo fue a los concursantes de la habitación azul consolando a Susana Bianca, que lloraba en el vestidor agobiada por la pelea. El resto no se emitió ni se emitirá, tal y como informó Marta Flich. «Álex y Gustavo forcejearon, cruzaron una línea roja que no se puede permitir. No vamos a poner las imágenes porque no dan un buen ejemplo ni para la audiencia ni para vosotros, creemos que no os conviene».

Sí que dieron sus versiones. El argentino le echó la culpa a Avilés, incluso pidió también su expulsión disciplinaria. «Estoy acá por mal comportamiento. Tuve una maña reacción, pero todo empezó con él, que siempre viene y mete mierda. Estar ahí y tener a Avilés 24 horas gritando en tu oído…». Por lo que contaron los implicados, el colaborador entró en la habitación naranja para echarles en cara el ataque de ansiedad de Susana. Álex se encaró con él porque, según dijo, le faltó al respeto a Laura. «Estuve mal, se me fue un poco la olla. Fue un empujón», admitió.

«Fue un forcejeo, un enfrentamiento donde rebasasteis unas lineas de convivencia. Hay una invasión de un espacio vital, un contacto físico que no podemos permitir», aclaró la presentadora.

Gustavo, por su parte, pidió perdón y admitió que «se nos fue un poco de las manos». «Yo entré a llevarme a Avilés. Intenté separar, pero Álex no veía. Nos encaramos e hicimos una cosa que nunca hay que hacer. No nos olvidemos que la educación es contención», explicó. De hecho, él y Caniggia mantienen una buena relación, y así lo demostraron fundiéndose en un abrazo de reconciliación.

 

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