Televerité
El silencio de la Pantoja
En las reuniones familiares de esta Navidad se ha debatido si España está con Isabel Pantoja o con sus hijos
![El silencio de la Pantoja](https://s1.abcstatics.com/media/play/2021/01/01/isabel-pantoja-kJ0D--1200x630@abc.jpg)
Siempre se dijo que había dos cosas que la Pantoja hacía como nadie: caminar en el escenario y el pollo (el pollo a la Pantoja). Pero nada le sale como callarse. Nadie se calla como ella. Nadie guarda un silencio digno como hace la Pantoja ... mientras aguanta el tirón y engorda el pavo de su misterio.
En las reuniones de esta Navidad no se ha debatido si república o monarquía, como quería Iglesias, sino si la Pantoja o sus hijos. Y la impresión es que ha ganado ella. España está con la Pantoja porque las madres están con la Pantoja y ni a la Dulce Neus la trataron así.
En Telecinco llevan años sacando a personas que solo tienen en común haber estado a mesa y mantel en Cantora. Mucho criticar, pero todos se pusieron finos de jamón. O de gambones, que es lo que dicen que exigía en «el sitio aquel» en el que estuvo. Lo que no se admite es la traición de los hijos. España está desnaturalizada, pero no tanto. Lo de Kiko es de tragedia de Esquilo, y tampoco se ha lucido Isa P al desvelar detalles de la vida paranormal de su madre. Contó que Lady Di se le apareció en sueños el día antes de morir y que le dijo adiós con la mano como hacen las regias. También que Tito Agustín pone siempre el mismo disco de Barbra Streisand con saxofón. Son detalles a lo Gloria Swanson que engrandecen el misterio camp de la artista de la copla digital (de dígito).
Se ha rumoreado que podría estar negociando con la cadena, y hay indicios por el cambio de tono de algunos colaboradores de «Sálvame», que son como el Dow Jones del chisme. Ya no está tan sola Anabel, que nunca dice nada y nunca sabe nada y es la que mejor equidista de España.
Cuando llevaba años retirada, el periodista Paul Callan se encontró con Greta Garbo en un hotel de la Costa Azul. Pensó que sería la exclusiva de su vida. Se dirigió a la diva con intenciones periodísticas: «Señorita Garbo, me pregunto…», pero ella le interrumpió. «¿Por qué preguntarse?» Y se fue. Ojalá el mismo silencio bajo las gafas negras de llorar de la Pantoja.
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