Melyssa desencadenada: asalta Villa Montaña y se encara con el «desgraciado» de Tom

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01/10/2020
Actualizado 02/10/2020 a las 11:56h.

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Fue trepidante, un carrusel emocional, el tercer episodio de «La isla de las tentaciones». El foco de los guionistas se posó sobre Melyssa , quien, muy metida en su papel dramático, optará al Goya a la mejor actriz principal por dos películas, que en realidad son una y su inmediata secuela: «Novia a la fuga» y «Melyssa Desencadenda» . Lo suyo con Tom tiene menos futuro que el LaserDisc. Al contrario que lo de Ángel e Inma, que abandonaron la isla entre campanas de boda.

Antes de ir al ajo, que diría Victoria Beckham, recapitulemos. Marta , todo un torrente sentimental, fue la protagonista del primer episodio del reality show , y se vio ya de entrada que lo suyo con Lester tiene menos futuro que lo de Melyssa y Tom . En el segundo programa, el interés de los guionistas pasó precisamente a Melyssa , desatada ante el redundante tonteo de su novio con todo lo que se mueve y tiene pareo, llámase Luzma o, preferentemente, Sandra . Telecinco nos dejó en ascuas, con la muchacha abandonando la hoguera de chicas más encendida que Vigo un 25 de diciembre . Su imagen golpeando la arena al grito de «hijo de la gran p...» fue seguida de un coitus interruptus televisivo, o sea, de un «continuará».

Continuó ayer, con la tercera ración de celos de «La isla de las tentaciones 2», que comenzó precisamente con Melyssa volviendo con sus «compis» al calor de la amistad y de la hoguera, y lanzando un ruego a Sandra Barneda : «Quiero verlo todo». Fue entonces cuando la sustituta de Mónica Naranjo lanzó las palabras fatídicas: «Hay más imágenes».

En esas tomas adicionales vimos a Tom en la playa, declarándose un hombre «muy abierto» ante la modelo Luzma Cabello , la tentación rubia, después de que ésta le confesase que él, precisamente él, es su «prototipo de chico». «Yo sí me he comportado como una mujer que quiere a su novio. Él, no», analizó entre lágrimas la pobre Melyssa . Como quien da una vuelta más a un cuchillo clavado en el corazón, Barneda volvió a decir las palabras mas dolorosas: «Hay más imágenes para ti» . Todo quedó en susto: tampoco eran para tanto. Pero Melyssa se alteró mucho porque Luzma le hizo, ¡oh, cielos!, cosquillas en la cabeza . Las cosquillas en la cabeza son para Melyssa lo que los masajes en los pies para Marsellus Wallace. «Le pedí que no le hiciesen cosquillas en la cabeza. Porque siempre le estoy haciendo cosquillas en la cabeza. Porque le gusta», gimió la muchacha. Como Tom le dé un beso a una chavala –que se lo dará, tiempo al tiempo–, esta joven colapsa. Un simple beso. De lo otro ya ni hablamos.

Pese a las lágrimas de Melyssa , la hoguera siguió encendida, y se abrió el turno de Mayka , quien tuvo que ver a su Pablo y a Dorothy Collado , de profesión auxiliar en un geriátrico, tonteando un poquillo. «No lo conozco», dijo de su chico la moza, que anunció que no se reprimiría en el futuro tras verlo portando a Dorothy a hombros por la piscina.

Melodie se celó porque su novio bailó pegado con una moza. Eso fue antes de que cayese la bomba atómica. «He venido para separarme, no para reforzar nada», le dijo Cristian a una muchacha mientras se relajaban en la piscina. ¡Bum! «Doy por finalizada la relación. Yo ya no tengo pareja aquí», sentenció la alicantina, poniendo fin a nueve años de vida común. Así de contundente y tajante fue quien un ratito antes le había dicho a Melyssa que no se acababa el mundo por los tonteos de Tom . Como dijo aquella vez Rajoy en el Congreso: «Consejos vendo que para mí no tengo». «Nueve años perdonando cosas que no tenía que haber perdonado», resumió ese tiempo, al parecer perdido. Después, de vuelta, a la villa, reculó un tanto .

Para no ser menos que sus dos compañeras, Inma también sufrió: «No soy feliz», confesó. «No hay imágenes para ti», respondió la conductora del programa. Esa frase, en teoría consoladora, resultó aterradora, porque le aclaró que no las emitían para que no padeciese más, pues se la veía rota, desmadejada. Los guionistas crearon una tormenta en un vaso de agua. «Me quiero ir» , anunció la sevillana, que pidió una hoguera de confrontación con su Ángel , el DJ cinco años más joven.

Aún quedaba lo de Marta , pareja, por ahora, de Lester. Antes aclaremos que el tercero episodio llegó anoche, pero antes hubo un preludio picante, en forma de regreso a la isla de Óscar Ruiz y Andrea Gasca . Estos dos son los que se liaron en la edición anterior del programa para desgracia del novio de la segunda, de cuyo nombre ya nos hemos olvidado. Total, que a Andrea le hizo tilín Lester , y viceversa. Hasta tal punto le gustó a él la muchacha que dio plantón en su cita a Elisa «La Chihuaga» , la bombera pirómana , para poder charlar, con toda la privacidad que te da una playa desierta y un primer plano televisivo, con Andrea «La tentación vive en la habitación de al lado».

Total, que cuatro de las cinco muchachas se fueron de la hoguera cabizbajas, despotricando de sus todavía novios. No podemos negar que razones les dieron.

Más tarde llegó el turno de llamas para los chicos. «Voy a seguir conociendo a David . Lo tengo claro», anunció Melyssa en el vídeo, y su chico, Tom , lo vio y aplaudió –tan pancho– la amistad de su chica con el muchacho, pues considera que no es su tipo.

A Christian tampoco le preocupó el «pagafantas» –así lo llamó– Beltrán San Jorge , el ex militar y actual empresario que lanza fichas de sol a sombra (de palmera) a su novia Melodie . Asume que en el pasado fue un golfo, y le fue infiel, pero ha venido a la isla para demostrar que ha cambiado. «Que le coman la oreja, pero el que la disfruta soy yo», presumió Cristian , ignorando que a esas alturas ella ya había dado por zanjada la relación, si bien luego acabó dejando la puerta un poquito abierta.

No llegó a calificarlo de «pagafantas», pero Lester contempló impertérrito la embestida de Kevin a su novia Marta . «¿Qué estás haciendo conmigo?», le preguntó a ella el soltero, a quien tres días de programa le han bastado para quedarse colgado, o eso dice para mejorar su «share», por ahora escaso. «Si se va con ése me reiré de los dos», anunció, muy seguro de sí mismo, Lester . Pero dice el refranero que quien ríe último ríe mejor... ¿Y quién nos dice que no será Kevin?

Total: tres chicos no preocupados y otro que sí lo está, pero por ver a su pareja pasarlo mal. Nos referimos a Ánge l, novio de Inma : se le vio agobiado al contemplar a su moza tan desesperada, pasándolo tan mal en una isla a la que fueron a pasarlo bien, pero sin pasarse. Es la pareja más formalita y la que, a priori, se supuso que menos juego daría. De ahí su marcha, que después detallaremos.

Los chicos iban a salir ilesos y tan ufanos de la primera hoguera hasta que llegó el turno del murciano Pablo . Vio a través de la tableta –¿por qué no les ponen una tele grande? ¿tiene acaso Telecinco un convenio con una óptica para asistir a concursantes miopes?– a su novia, la camarera Mayka , mostrando un interés inusitado por Óscar , uno de los rompeparejas de la anterior edición, y que ha regresado a la isla muy dispuesto a repetir rol.

«Hemos congeniado súper bien», analizó ella. «Puedo ofrecerle confianza, seguridad, respeto y, sobre todo, que lo pase bien», presumió el pretendiente. Todas estas palabras fueron árnica para Pablo , que presumió de chico bueno: «Estoy muy a gusto solo y con el peluche que me dio ella en la cama». La duda ha quedado plantada y planteada: ¿conseguirá Óscar el primer doblete de la historia de «La isla de las tentaciones»? Abran apuestas.

A la mañana siguiente, tras consultar con la almohada y decirle Barneda que la hoguera de las chicas había sido un valle de lágrimas, hubo otro chico que se hizo el sufridor, Tom , quien reflexionó sobre los posibles efectos de su conducta piscinera: «Me preocupa el estado de mi chica. Lo que haya podido ver. Estoy un poco melancólico y la echo mucho de menos». Su chica es Melyssa , que a esa hora ya había planeado una fuga para reunirse con él. Esto contó a sus compañeros, y compañeras, de villa: «He estado vigilando las cámaras y he estado a punto de salir corriendo. Te juro que llego. Yo sé que llego». Es decir, planeaba recorrer kilómetros, sin ton ni son, en busca de su novio. Como veremos, ejecutaría su plan.

Para este tipo de crisis, los guionistas de «La isla de las tentaciones» idearon las llamadas hogueras de confrontación, que reúnen a una pareja a petición de uno de sus dos miembros. Pero a Melyssa las normas se la traen al pairo, y más en su alteradísimo estado mental.

Eso, pedir una hoguera de confrontación, es precisamente lo que hizo Inma , y bien que le salió. Se reencontró con la que es su pareja desde hace un año, Ángel . Y se estrujaron como si no hubiese un mañana (que, en su caso, lo hay): «El mejor abrazo de mi vida. El más bonito», resumió él.

«Gordi, no podía estar sin verte. Lo estoy pasando muy mal», reconoció ella. «Me he dado cuento más aún de que eres el hombre de mi vida», continuó la muchacha, que le acabó pidiendo matrimonio, un hijo e irse a vivir juntos. Podían optar por volver cada uno a su villa. O regresar los dos a España para preparar el enlace matrimonial, que es algo que lleva su tiempo, y más en tiempos de pandemia. Y optaron por esto segundo. «Podéis abandonar 'La isla de las tentaciones'», proclamó Sandra , la conductora de todo el tinglado, sin poder ocultar su emoción, un poco sintiéndose madrina de boda.

Una nueva pareja suplirá a la que ayer dejó la isla entre campanas nupciales.

La otra cara del amor la vimos en Villa Montaña . Sin importarle quebrar las normas del programa, Melyssa cumplió su amenaza, y se plantó en los dominios de los chicos emparejados y las solteras tentadoras. No fue la suya una entrada discreta.

Melyssa: ¡Tom Brusse! ¡Eres un desgraciado! ¿Dónde está Tom? Eres un desgraciado, que lo sepas. Lo he visto todo. Nunca más me vas a ver en tu vida. Eres un desgraciado y he visto cómo te lamían el cuello. He visto cómo te tirabas encima de Sandra. Y me da igual porque eres un desgraciado de mier... Eres un hijo de pu...

Tom: Es un juego.

Melyssa: ¡Que no es un juego!

Tom: No hemos hecho nada.

Melyssa: A mí no me vuelves a ver en tu vida. En tu vida. ¿Ves mi cara? He pasado 48 horas sin dormir.

El final lo habría firmado Billy Wilder , que estás en los cielos.

Tom: Te quiero.

Melyssa: Me da igual. Porque a mí ya no me tienes.

A continuación se vieron imágenes que anticipan para esta pareja un futuro como aquel que cantó La Casa Azul . O sea, catastrófico.

Todo apunta a que su relación, iniciada en la tele hace nueve meses, morirá en la tele. Porque en el avance del próximo episodio vimos que lo de Tom irá a más. Que sobrepasará la delgada línea roja del tonteo. Intuimos que en la próxima hoguera de chicas habrá una UVI móvil.

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