Lucía deja 'La isla de las tentaciones' con una lección de madurez y Manuel se va de la mano de Fiama

R. Ventureira

12/03/2021
Actualizado a las 22:24h.

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Con las lágrimas derramadas por Lucía en 'La isla de las tentaciones' se podría llenar el jacuzzi de Villa Montaña . Por eso aguardábamos a la gaditana desencadenada en su hoguera de confrontación con Manuel , que era su novio cuando ambos pisaron la Dominicana . Pero no. Sorprendió por su aplomo y madurez. Por aguantar, estoica, el golpe a su orgullo. Por ser contundente sin sonar altiva. Por irse con triste sonrisa después de que su novio le dijese, a la cara, que fue bonito mientras duró antes de anunciarle que lo suyo había acabado y que de la isla se irá de la mano de La Otra, o sea, Fiama .

Por no derramar ni una lágrima durante la fogata.

La marcha de Manuel, Lucía y Fiama deja a la isla sin el trío que más juego ha dado en una edición que ya encara la recta final del camino de antorchas. Ha ardido casi toda la leña que tenía que arder.

Vayamos con el uno a uno de la noche.

«No piensa, actúa», dijo la gallega Lara, novia de Hugo, de Manuel . Lo clavó. En honor a la verdad, el diagnóstico de su ya exnovia Lucía también catalogó bastante bien al personaje: «Es un sinvergüenza».

Será un sinvergüenza, sí, pero Lucía siguió llorando por él en todas las estancias de Villa Playa hasta casi el último minuto. «Lloro por mí, por el ridículo que me hace pasar, y por mi familia», justificó antes de la hoguera de confrontación. Pero no era cierto. Lloraba por ella. La gaditana tendría en realidad que haber venido llorada de casa, porque a Manuel se le veía venir desde que pisó la Dominicana y se fue de la mano de una chavala a las primeras de cambio . «La mano, 'relajá'», había pedido Lucía en aquella ocasión. Era la mano de Nahia , muchacha de la que poco más se supo. Después lo vimos de la mano de Stefany y, finalmente, se ha ido de la mano de Fiama .

Desde hace semanas, lo de estos dos estaba más cantado que lo último de C. Tangana : la cosa iba a acabar en hoguera de confrontación con toda seguridad. La solicitó ella y él acudió solícito, porque se considera un caballero español como hay pocos. Antes de tomar rumbo a la fogata, hizo el enésimo aparte con Fiama para decirle que aceptaba el reto de Lucía , a la que –anunció el muy jeta– pediría explicaciones por su comportamiento «extraño» con el tentador Carlos – aunque desconoce que lo besó a la desesperada, despechada, fuera de cámara – y por los insultos que ha ido regurgitando sobre su persona.

Así se saludaron tras tiempo sin verse más que vía Ipad.

Lucía: Qué pena lo que eres.

Manuel: No seas fría tampoco.

Lucía: Eres un pedazo de sinvergüenza, un desagradecido, un asqueroso. No tienes perdón de Dios.

Manuel aguantó el chaparrón con una sonrisa un tanto chulesca. «Mentiroso de mierda. Guarro», siguió doña Erre que Erre.

Al final, él bajó la coraza. Y empezó a llorar: «Te juro que como te he querido a ti no he querido a nadie». No la ablandó: «Te tengo que dar hasta las gracias. Te quería a ti por encima de mí. Ya no. Porque yo estoy por encima de ti», replicó ella, muy digna y entera.

Manuel: Se me ha ido de las manos.

Lucía: No lo reconozco. Le miro a la cara y no tiene ni la misma cara.

Lo que tiene Manuel , Lucía , es mucha cara.

Lucía: ¡Fol...ando en la ducha! Está 'enamorao'.

Manuel: 'Enamorao', no, pero he sentido cosas.

«He sentido cosas». Como excusa, es tirando a reguleras. Porque a estas alturas Lucía y los millones que vemos 'La isla de las tentaciones' sabemos que Manuel ni siente cosas ni siente haber hecho cosas malas.

Sandra Barneda tenía a mano una amplia y canalla hemeroteca audiovisual de los 'highlights' del gaditano en Villa Playa , y en la mayoría de ellos iba escoltado –es un decir– por Fiama . Lucía aderezó aquella sucesión de cornadas con comentarios despectivos a Manuel . Éste intentaba poner cara de compungido, pero le salía de satisfacción. En otros momentos ni siquiera miraba a la pequeña y acusadora pantalla, y no descartamos que estuviese pensando en Fiama , con la que se siente bien y es «él mismo», según recalcó durante toda la fogata.

«Te tengo que dar las gracias por haberme insistido en venir aquí. Aquí me he dado cuenta de que la suerte la tenías tú de tenerme a mí», le espetó al muchacho. Qué lección de madurez. Qué saber estar. Y el otro, venga a llorar. «Espero que algún día me perdones», rogaba.

Llegó la hora de la verdad. «Quiero salir de aquí conociendo a Fiama . Lo siento, Lucía , de verdad».

Ella optó por marcharse sola de la isla. Y emprendió el camino sin mirarle a la cara.

De repente, un momento 'anuncio de desodorantes Fa'. Manuel salió al galope tras ella. ¿Arrepentimiento de última hora? Qué va. Le pidió un abrazo de despedida. Y recibió la contestación que merecía: «Deja ya el drama, a mí no me toques más».

Siempre les quedará Puerto Real.

Regresó muy compungido a la fogata, pero enseguida se repuso. En concreto, en cuanto apareció Fiama y le dio el sí quiero, o sea, que se iría con él de la isla.

Después, los tres tomaron rumbo a los chalés para despedirse entre lágrimas y sentidos «nos vemos fuera».

Manuel se fue entre aplausos de Villa Playa . Como si hubiese ganado algo. En realidad ha empatado: ha perdido una novia y ha ganado otra.

«Masturbarse es hacer el amor con la persona que más quieres», proclamó Woody Allen . Cómo nos reímos con aquella ingeniosa definición. Muchísimo. Casi tanto como se carcajearon las novias de 'La isla de la tentaciones 3' al ver a Jesús jugando al solitario en su habitación.

Marina se quedó pasmada ante aquel alivio nocturno de su aún novio. Fue su primera reacción. La segunda, una risotada que mezclaba la incredulidad con la vergüenza ajena. Todas las chicas la secundaron en ese festival del humor, en el que ha sido el momento más hilarante de, seguramente, las tres ediciones de 'La isla de las tentaciones' .

Jesús tiene a Stefany a mano, dicho esto con segundas, pero optó por hacer cumbre en solitario. ¿Por qué? Marina , que lo conoce bien, cree que en realidad está poniendo buena cara al mal tiempo, porque «está roto por dentro». Y que si no ha habido momento 'edredoning' o 'pre-edredoning' entre su todavía novio y la tentadora es por un motivo muy concreto: «Si no lo hace no es por falta de ganas, es porque cree que no estará a la altura de la situación». Sandra Barneda , siempre al quite, pidió que aclarase lo que había querido expresar: «Tiene miedo de ponerse nervioso y no hacerlo bien. A ver cómo te lo explico... Que se venga abajo...», contó sin poder dominar la risa. Y venga más risas de Marina y las otras cuatro chicas.

Para Jesús , que ayer lo estaría viendo por la tele, ese momento ha sido seguramente más humillante que cuando 'Lobo' conquistó a su caperucita. Y supongo que también habrá pensando cómo pudo ser tan impulsivo como para no escenificar sus entretenimientos nocturnos en el váter, donde no hay cámaras. Que no optase por la discreción en un momento tan íntimo solo tiene dos explicaciones: o tiene menos luces que las escenas del crimen de 'Seven' o quería mandar un mensaje a alguien. Pensase lo que pensase, lo que lanzó al espacio exterior fue un episodio cómico.

Tras dos ediciones, conocemos ya de sobra las reacciones a un 'edredoning' en 'La isla de las tentaciones': indignación, lágrimas y caras de 'ya te lo dije'. Desde ayer sabemos lo que provoca el onanismo: risas. Futuros participantes en el 'reality' tomaron nota desde sus casas, por lo que pronosticamos que nunca se volverá a repetir. Jesús será así, para siempre, el Llanero Solitario de 'La isla de las tentaciones'.

«Me considero incluso mala persona. Teníamos un futuro. Pero si solo vivo eso nunca voy a saber si es lo que quiero de verdad». Palabra de Lola . «Eso» es su noviazgo con Diego. Difunto noviazgo.

Entre todas las coartadas para dinamitar una relación que se han empleado en las tres ediciones de 'La isla de las tentaciones' , ninguna tan chisposa como la de esta 'Lola se va a los puertos' o, mejor dicho, por los cerros de Úbeda. Esta es: «Quiero conocerme a mí misma». Lo argumentó así: «Tengo 24 años y solo he estado sola tres meses. Y en tres meses no me puedo conocer» . Claro, mujer, claro: en un trimestre en el mundo real no se pudo conocer a ella misma, pero en unas pocas semanas en un 'reality' todo lo ve «claro como el agua», que decía aquel personaje de Tarantino . «Después de la última hoguera, ha nacido una nueva Lola . Ahora sé lo que quiero», sentenció a su regreso a Villa Playa tras la hoguera de muchachas. Lo celebró por todo lo bajo, o sea, en la cama entre sábanas, con su amante. «Yo, de perdida al río. Con Carlos es una fogosidad que no me explico». El tentador se proclama ya triunfador en el duelo a distancia: «Él la ha perdido pero yo la he ganado», anunció, cantando victoria sobre Diego con la misma solemnidad con la que el presidente del Gobierno anunció en verano la derrota del virus.

Vayamos con el aún novio de Lola . En una edición que ha encumbrado a 'El Lobo' no podía faltar el Rey de la Selva. Es Diego : «El león caza siempre en silencio», presumió ante su tentadora favorita, Carla , a la que arañó la boca al calor del jacuzzi. Sandra Barneda mostró este episodio a Lola en la hoguera de chicas. Lejos de llevarse un disgusto, la cornada le produjo a la muchacha una honda satisfacción: «Me gusta ver esto. Es cierto que no ha traspasado los límites que yo he traspasado. Pero no ha estado pensando en mí, y eso me tranquiliza».

A estas alturas, lo único que tienen que decidir es la custodia de Horus , su perro. Diego no va a poner las cosas fáciles, sino todo lo contrario. «No quiero que mi mascota esté con esa persona. Porque si esa persona, en la hoguera de confrontación, pusieron imágenes del perro, y se puso a llorar, pensando en él, y en que quería estar los tres juntos y tal, y luego hace eso, el perro se la suda en realidad. Si mi perro pudiese ver lo que ha pasado aquí y entender las cosas es el primero que no quiere ir con ella», reflexionó Diego ante los novios. Obsérvese que dijo en dos ocasiones «mi» en relación al can. Lola lo tiene crudo. Ha perdido a Horus , pero ha ganado a Carlos .

«Está haciendo lo mismo que estoy haciendo yo con Tony», sentenció Claudia en la hoguera de chicas. ¿Qué había visto hacer a su chico? Pues tontear con la gallega Lara , lo que lleva haciendo desde que plantó las chancletas en Villa Playa .

Ella flirtea con Tony , sí, pero de otra manera, o eso cree la joven. Porque Raúl toma la iniciativa con Lara . «Pero yo siempre pongo un freno», precisó sobre el escudo protector que extiende cada vez que Tony le pide, con gestos y palabras, que vaya un paso más allá. Como ella no se da por enterada, se lo pidió también con objetos. A su regreso de la hoguera de chicas, el hombre había elaborado sobre las sábanas de la habitación de Claudia un adorno inspirado en la economía circular –a base de flores, piedras y lo que encontró a mano– de composición un tanto extraña. En lugar de un clásico corazón, aquello que dibujó sobre la cama recordaba al que, a día de hoy, es su máximo objeto de deseo, es decir, cierta parte de la anatomía de la canaria. La psicóloga del debate de las tentaciones tiene materia que analizar este lunes con esta obra efímera del artista Tony .

En todo caso, Claudia se están mostrando inmune a Tony porque su corazón está con Raúl , como no se cansa de repetir. Su novio lo sabe y por eso presumió de buena moza ante Hugo , con quien ha forjado una amistad que acabará –estamos seguros– en un constante puente aéreo Galicia-Canarias: «Estoy orgullosa de la cabrona ésta», proclamó.

Es para estar orgulloso. Porque Tony es persistente: «No te quiero perder. No te quiero perder», le dijo anoche, roto de dolor. Ve que se acerca el final y que, una vez fuera, Raúl lo pondrá a una prudente distancia de seguridad: en concreto, de un océano.

Son la baza más sólida en la isla de la Cofradía de la Fidelidad . Si en el caso de Claudia y Raúl aún no podemos descartar la sorpresa, en el de los gallegos sí ponemos la mano en el fuego. Estos salen juntos de la isla con toda seguridad.

Afortunadamente para sus intereses comunes, Lara vive ajena a ese Sodoma y Gomorra que es Villa Montaña para Hugo : «Allí no hay ni respeto ni valores ni vergüenza. Se pasan a los hombres, me parece surrealista», sentenció el muchacho. Dio a entender que en Villa Playa hay respeto, valores y vergüenza, lo que está bastante lejos de la realidad. Porque en esos dominios masculinos es donde Manuel traicionó a su novia Lucía . El mismo Manuel al que los chicos –Hugo incluido– despidieron anoche con una ovación de Goya de Honor.

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