José Antonio Avilés, la revelación periodística de Telecinco
Su relación con la verdad ya es mejor que la de Piqueras
José Antonio Avilés, en «Viva la vida» el pasado domingo
Cuando era concursante en «Supervivientes» supimos que parte de su biografía presentaba, digamos, ciertas inconsistencias. No solo era mentira, sino una gran mentira. Un montón de trolas delirantes y «munchausen» que de tan fantasiosas resultaban divertidas. En la España de Sánchez ... no tenía nada de raro, pero se llegó a temer que tuviera un trastorno. Sin embargo, había algo meritorio en su capacidad para llegar a la televisión desde la nada, y si al principio le ridiculizaron en los platós, con los meses fue asentándose y se le vieron destellos de periodista. Avilés, por ejemplo, llama siempre, intenta contactar con el protagonista y no hay duda de que tiene los teléfonos porque hace poco organizó un cisco al meter a todos sus contactos en un gran grupo de whatsApp en el que estaban desde la Pantoja hasta Fran Rivera .
También tiene instinto para la polémica y capacidad «verduleril» para llevar la contraria. Sin llegar a ponerse como Patiño (la de la vena, que dice Amargo ), sube la voz, se indigna y se apoya en la típica palmada de énfasis terminante con las dos manos. Es capaz de decirle a Irene Rosales que si «se sienta» (es decir, que si va a la tele) es por la Pantoja, verdad que muchos callan.
Pero Avilés no es solo animal de plató, con el asunto de la herencia de Cantora demostró que también puede meterse en papeles y hacer periodismo de investigación. Quizás por todo eso, le está asomando ya un cierto ramalazo corporativo, señal de que empieza a ser uno más del gremio. Un injerto capilar ha terminado de elevar su autoestima.
Su consolidación, además, coincide con la etapa más progubernamental de Telecinco, convertida en un boletín de Sánchez con el camarada Jorge Javier y el plúmbeo Piqueras al frente. Se puede decir, sin miedo a exagerar, que Avilés es ahora mismo uno de los periodistas más veraces de la cadena. Desde luego, más que los informativos de Piqueras. O sea, teniendo Avilés una relación difícil con la verdad (una relación quizás patológica) la tiene mejor que Piqueras. Repetimos: el periodista es Avilés. Revelación del año en el sector.