David Broncano cierra temporada de «LocoMundo»: «La gente quiere sinceridad»
El humorista analiza el cambio climático en la última entrega de la temporada de «LocoMundo»
No es de extrañar que a «LocoMundo» lo describan como el «hermano pequeño» del «Late Motiv» de Andreu Buentafuente. El programa de David Broncano (Movistar #0, 22.00) no solo sigue la dinámica del late show de la cadena, también reutiliza el espacio que ocupa el plató de Buenafuente. «Literalmente lo reutlizamos», asegura Broncano. Nuestra sorpresa llegó al ver que la puerta de entrada es exactamente la misma que por la que pasan público, invitados y todo el equipo del programa de Andreu Buenafuente. Una vez dentro del escenario entendemos un comentario que escuchamos por los pasillos de Movistar+: «Podemos decir que cada viernes (día en el que se graba este programa), Broncano se sienta encima de Buenafuente».
Cuando terminan de rodar el último «Late Motiv» de la semana, el equipo de «LocoMundo» se pone manos a la obra para conseguir que el plató de Buenafuente parezca algo más «alocado». «Como podéis ver, utilizamos el mismo espacio, pero más ‘chiquitico’ porque somos más pequeños. Por eso también utilizamos menos butacas para el público. Pero no pasa nada, le pedimos que se vuelvan locos. Pocos, pero locos», dice entre risas el cómico Broncano. Lo dan tanto que hasta una simple broma para agitar al público antes del rodaje terminó por ocurrir. «Cuando entre David (Broncano), lo damos todo. Gritamos, como si tenemos que quitarnos el sujetador y tirárselo», dice la responsable de organizar y animar al público.
¿Dónde están los límites del humor?
«LocoMundo» se ha ganado la fama de tratar la actualidad sin pelos en la lengua y ahí reside la clave de su éxito. «Cada vez se hacen programas más blancos, más neutros, para no molestar a nadie...», reflexiona Broncano. Sin embargo, tanto «La Vida Moderna» como en «LocoMundo» se han hecho un hueco por mostrar otra forma de hacer humor: más negro, más sincero. «La gente quiere caña. No creemos que haya un límite (en el humor), se puede hablar de lo que sea. Nos hemos dado cuenta de que a la gente le gusta que hablemos así, que seamos sinceros», añade. «La gente agradece que demos un poco de caña», añade Quequé.
Su secreto ha sido sencillo: «Ir de cara desde el principio» . « Creo que si el producto está bien, las cadenas ceden», dice el humorista de Orcera. El equipo de «LocoMundo» goza de bastante libertad en Movistar+, aunque «siempre hay cosas». «Son los directivos de las cadenas los que tienen que hacer su trabajo y por eso nos dicen alguna cosa de vez en cuando», comenta. «Hombre, si fuese por él (Broncano) no habría techo», bromea Ricardo Castella , director del espacio. «Nos dan bastante libertad. Nosotros también tenemos conocimientos, aunque vayamos de locos. No les hemos propuesto un tema tipo: 'Consejo de Administración de Movistar. ¿Qué se sabe de esto?'», dice entre risas. «Lo que sí nos hemos llevado es un ‘Joder, os habéis cagado en aquel señor de allí que no ha hecho nada’. Pero si se lo merecía… Para mí, que haya gente que se enfade me parece natural y lo acepto con cariño», aclara.
Hasta septiembre
Durante esta primera temporada de «LocoMundo» , Broncano, Quequé y Castella han tratado todo tipo de temas. «Hemos tratado los límites del humor, religión, maltrato animal, nacionalismo... Cosas de las que no se suele hablar en televisión de manera temática. Esa es la prueba de que ha habido un entendimiento», relata. El balance es muy bueno. «Ha sido la primera temporada de un programa nuevo, un equipo nuevo, muy joven y casi todos somos nuevos en nuestros cargos. Yo nunca había presentado un formato como este y Ricardo Castella tampoco había dirigido algo así», asegura. Son conscientes de las exigencias que pueden tener a partir de ahora.
De momento, son un programa semanal de apenas 30 minutos , pero quién sabe hasta dónde llegará «LocoMundo». «Por nosotros, cuánto más crezca mejor. Si ahora cobramos esto por media hora a la semana, si lo hacemos como un late show del ‘Late Motiv’ serían ocho veces la duración actual que serían ocho veces que en el sueldo serían…», bromea Castella. Sin embargo, la idea no parece tan disparatada. ¿Qué les parecería poder analizar la actualidad sin tapujos, sin anunciantes que presionan para que una noticia aparezca en un segundo plano?
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