TVEO
La monja contra el algoritmo
Los ocho capítulos de 'Mrs. Davis' son un compendio extraordinario de tontería, absurdo e ideas brillantes
Ojalá tener un cuerpo de lagartija

Monjas en la tele. A ver. Las de 'Llama a la comadrona', la de la serie española 'Hermanas' (un reparto tremendo, con Ángela Molina, Pilar Bardem, Amparo Valle o Chus Lampreave). En el cine, ya que cito a Chus Lampreave, la locura almodovariana de ' ... Entre tinieblas'. Y volviendo a la tele, pero a la de hace mucho tiempo, 'La monja voladora'. Que Sally Field no llegó a la tele para hacer 'Cinco hermanos'. La monja voladora no era monja levitadora a lo Teresa o Hildegarda von Bingen. La hermana Bertrille, que estuvo en las pantallas de la ABC de 1967 a 1970, y lanzó la carrera de Field, volaba aprovechando la combinación del viento, la toca con alas (un poco como Dumbo) y lo poco que pesaba. Ella misma lo explicaba: «Cuando la sustentación más el empuje es mayor que la carga más la resistencia, cualquier cosa puede volar». También una monja. Sally Field y su monja voladora (una chica de Chicago en un convento de Puerto Rico) se convirtieron en el hazmerreír de los humoristas de la época. Ella lo recordó hace pocos años en el programa de Oprah Winfrey: «Se convirtió en una gran broma. Bob Hope y todos los demás cómicos se burlaron del programa, y yo no podía distinguir la diferencia entre los chistes sobre la hermana Bertrille, mi personaje, y los chistes sobre mí. Fue profundamente humillante. Me sentí denigrada como persona». Sin que existiera internet.
Pues si esa monja era una locura (en realidad, los chistes se hacían por el título, sin ir más allá), échenle un ojo a la de 'Mrs. Davis' (HBO Max), lo último de Damon Lindelof ('Perdidos', 'The Leftovers', 'Watchmen'). Una monja interpretada por Betty Gilpin (la doctora Carrie Roman de 'Nurse Jackie') cuyo fin en la vida es acabar con una inteligencia artificial, una doña algoritmo malísima que domina el mundo y se comunica con pinganillos que llevan acólitos hipnotizados por Mrs. Davis, la gran villana (están deseando que los premie con alas).
Pero antes de acabar con el mal tiene que encontrar el Santo Grial. Hola, Indiana Jones. Además, está casada con Jesús, un tipo que trabaja en un kebab y hace falafel con ingredientes sorpresa. Por supuesto, es Jesucristo. Y por eso ella es monja, por matrimonio. 'Todo a la vez en todas partes' es 'Sonrisas y lágrimas' en su sencillez al lado de lo disparatado de 'Mrs. Davis', que, a la vez, trata un asunto demasiado importante, el peligro de la inteligencia artificial. Hay nazis, una unidad de resistencia de tebeo, una hermandad de mujeres que guardan el Santo Grial. Y bueno, no es sólo Lindelof, Tara Hernandez también escribe esto.
La ABC ha comunicado, por la huelga de actores, que el próximo otoño no va a estrenar ninguna serie. A ver cuánto tardan en solucionarlo. Los ocho capítulos de 'Mrs. Davis' son un compendio extraordinario de tontería, absurdo, ideas brillantes, novedad tirando de tópicos y diversión. Una inteligencia artificial no te hace este guion.
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