Un poco de todo en todo momento

Pero Bo Burnham, que tiene un talento extraordinario, no se limita a esos meses de encierro domiciliario y hace un repaso a algunas actitudes y personajes actuales, como un Pantomima Full del 'woke' americano. Su retrato del Instagram de la mujer blanca es una de las mejores cosas que se han visto en meses. Posando en escorzo de 'influencer' repasa esa galería de objetos dotados misteriosamente de singularidad poética: el aguacate, una simple copa de vino, una cita erróneamente atribuida a Martin Luther King , las formas de arte con la espuma del café o la ensalada de queso de cabra.

Burnham trata con mordacidad el cacao psicológico del blanco burgués americano. Retrata la figura del consultor social de marcas, experto en «el lado correcto de la historia», la expiación mortificante del que se disfrazó siendo niño de Aladino y ahora tiene que cargar con ese fantasma de apropiación cultural, o la autoparodia del cómico que ha de enfrentarse a cómo emplear su 'privilegio blanco'. Se diría que el privilegio blanco es un elemento cuantificable, un capital psicológico que invertir en fondos socialmente transformadores.

Burnham se está riendo en Netflix de la generación Netflix, de su dramita y ansiedad de buffet libre: «Lo que siempre he querido: un poco de todo en todo momento». Esas formas torturadas de la buena conciencia son más bien una particularidad americana, pero su visión de las poses en las redes sociales resulta hilarante y universal.