Más Tamara
La marquesa de Griñón repite con un programa de telerrealidad
De Tamara Falcó ya se ha hecho un reality. En 2013. Da igual. Este es otro. Aquel no funcionó. No era el momento, no era el tono, yo qué sé. Ahora es marquesa de Griñón. No necesitamos una desclasada con conciencia de clase ... como Georgina , o sí, para ver cómo viven los ricos. Tenemos a Tamara Falcó. Que será hija de quien es, pero es ella misma y no se le saca partido televisivo. Pongámonos. Señor. Y sí, Netflix se ha puesto con 'Tamara Falcó: La marquesa' (el anterior intento se llamó 'We love Tamara' y era de Cosmo). El viernes empezó el rodaje. Miren la originalidad. Las cámaras la seguirán a ella, a su familia y a sus amigos. Sabremos de sus proyectos profesionales y personales. Que por lo visto no sabemos cómo es al natural. A ver, vamos a dar la razón a Christian Salmon (lo que pasa en la televisión no es real, incluso la espontaneidad es construida, falsa, un sucedáneo), pero tanto Belén Esteban como Tamara Falcó, cada una desde su rincón, son lo más parecido a la naturalidad que vamos a encontrar en la televisión.
Hollywood lleva años contando las mismas historias más de un siglo (seis o siete variaciones). A veces hasta se hacen las mismas películas. Ahí está el 'West Side Story' de Spielberg como último ejemplo. Y en la televisión todavía se hace más. Y con menos tiempo entre una y otra producción. Apple TV acaba de estrenar la muy entretenida 'Sospechosos', con Uma Thurman , que viene de la israelí 'Falsa identidad' (se cambian los ciudadanos sospechosos israelíes por británicos y el secuestrado ministro de Defensa iraní en Moscú por el hijo de Thurman en Nueva York). En Cosmo ponen 'Saving Lisa', con Victoria Abril , la versión francesa de la 'Madre' turca que a la vez era adaptación de la 'Mother' japonesa. Y 'Mentiras' es la versión española de la 'Liar' británica de la ITV. También hay una versión francesa. Una serie que vista una vez no puedes volver a ver porque ya sabes el final y si el tío es un violador o no.
Ahora tendremos otra versión de Tamara en su mismidad. Muy partidaria. Ahora es marquesa. Ahora cocina. Ojalá un reality suyo cada diez años.
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