La mañana en que volvió Borja Sémper
La jornada era importante porque se trataba de convertir en narrativa lo de Brasil, lo que llaman «el golpe» de «los bolsonaristas»
'Better Call Saul', héroe populista
![Borja Sémper](https://s3.abcstatics.com/media/play/2023/01/09/borja-semper-U16107761555zDR-1248x698@abc.jpeg)
Ayer fue uno de esos días en los que la propaganda lo da todo y es en La Sexta, en 'Al rojo vivo', donde mejor se viven jornadas así. Ferreras no solo tiene altavoces gubernamentales, también introduce, como pepino en la ensalada, su ... dosis de centrismo. Unos elementos alsinescos o voces del 'centroderecha' tan moderadas que ni se les oye, que parece que hablan en una biblioteca. No se puede ir por la vida ahora sin moderación, es como antes la mecanografía.
La jornada era importante porque se trataba de convertir en narrativa lo de Brasil , lo que llaman «el golpe» de «los bolsonaristas», que no son los 58 millones de brasileños que votaron a Bolsonaro sino los que acamparon en Brasilia para «dar un golpe para pedir a los militares que den el golpe». Lo repitieron varias veces. ¿Qué clase de golpe es el que consiste en llamar a otros para que den el golpe? Será una rogativa, no un golpe.
El de los 'bolsonaristas' se considera una secuela del golpismo trumpista del Capitolio y esto nos permite reparar en su extraña naturaleza. A la hora de perpetrar estas líneas, no había muertos en Brasil y en el Capitolio los pusieron los trumpistas. Así es difícil que la izquierda española acepte el populismo de derechas como interlocutor, pues solo admite a quien pone mil muertos en la mesa.
Son golpes muy extraños: los dan quienes tienen el poder y admiten perderlo en unas elecciones. ¿Qué sentido tiene ganar el poder, perderlo en las urnas con patrones de voto como mínimo extravagantes y luego dar un golpe? Si eres golpista y tienes el poder, ¿por qué perderlo? ¡Te lo quedas y ya está! Pero así es «la extrema derecha mundial», a la que, como novedad del día, se deslizó Cuca Gamarra por haberse dignado a hacer un poco de oposición. Al final de la mañana su figura estaba tan abrasada que el regreso de Borja Sémper sonó revitalizador cual pomadita. Vuelve al PP a «contribuir con la palabra», como si los demás contribuyeran con el miembro. Pero es verdad que algo se nota; en plena crispación, es ver a Borja Sémper y notar un frescor, como un pictolín para la congestión. ¡Más moderación, más!
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