La vuelta de 'Black Mirror' dentro de un futuro desquebrajado

La dependencia tecnológica, la corruptibilidad del hombre a través de las redes sociales, las consecuencias de quienes han crecido con un biberón y una pantalla en sus manos. Los más conspiranoicos encontraban en 'Black Mirror' un refugio donde ser comprendidos y una demostración para hacerle ver al mundo que la tecnología puede llegar a dominarlo en un futuro no muy lejano. Y lo va a volver a encontrar.

La apabullante serie de Charlie Brooker que propone algunas realidades distópicas llega mañana a Netflix con una sexta temporada que pone el acento en las consecuencias de una sociedad tremendamente tecnologizada, aunque también retrata otros aspectos que ya son una realidad como la presión psicológica que experimentan de los personajes públicos.

Una mujer normal que descubre en una plataforma de streaming una serie sobre su vida protagonizada por Salma Hayek, dos hombres que se encuentran en una misión peligrosa de alta tecnología en un 1969 alternativo, una celebridad asediada por los paparazzi mientras lidia con las consecuencias de un atropello, o un joven que debe cometer actos terribles para evitar un desastre... Las nuevas historias autónomas de 'Black Mirror', algunas de ellas semejantes a otras pasadas, reflejan un mundo aniquilado y ultrajado por aquellos medios que iban a ser una ayuda para una humanidad, pero que finalmente han quebrado la vida de los ciudadanos.

Aaron Paul, Salma Yahek, Michael Cera y Kate Mara son algunos de los rostros que protagonizan la serie. La aguda mirada de Brooker sobre los signos de los tiempos le lleva una vez más a reflejar un futuro resquebrajado, no muy lejano, bajo un pesimismo racionalista. Mientras que algunos miran la serie con cierta sospecha, a otros les confirman sus hipótesis sobre el futuro venidero.