El peor viaje de Tamar Novas... las «cosas americanas» que suceden en Nueva York

Por ejemplo: «En 2012 estuve casi tres meses ahí, y me encontré con el huracán Sandy». Otra vez, pasando al lado del edificio Dakota, «un policía me placó porque justo en ese momento estaban deteniendo a una canguro que había asesinado a varios niños». Todavía más anécdotas: saliendo de un teatro vio a Al Pacino en persona y fue corriendo hacia él. «Sólo vi a Al Pacino y visualizaba mi foto con él y su autógrafo», recuerda. Tanto es así que ni siquiera vio al policía que se interponía entre los dos, que literalmente lo placó: «Me dio con los puños en el pecho y me dejó en shock». Novas acabó consiguiendo llegar a Al Pacino y obtuvo su botín «sin que me detuvieran ni nada».

Pero todas estas anécdotas parecen morralla al lado de la historia de la maratón, que el gallego corrió por vez primera el pasado noviembre. «Con unos amigos nos picamos a hacer maratones». Entre ellos, Javi Rey, «con quien hice la de Berlín pero me dejó colgado para la de Nueva York, nuestro objetivo». «La experiencia fue increíble, pero durísima», relata, para detallar que «en el kilómetro 21 ya estaba reventado». Siguió corriendo. «A falta de cuatro para la meta, un señor que iba a mi lado tambaleándose se desplomó». Susto máximo. «Lo agarré y lo cargué durante dos kilómetros porque no había puesto médico antes».

El momento quedó inmortalizado en una foto que «es como el trofeo de mi vida, llevando ese hombre con otro chico que se ofreció a ayudar». «Fue todo muy épico», rememora riendo. Y la cosa no acabó ahí, porque después colgó una imagen con la medalla delante de un cartel de Mariah Carey, y la cantante la reposteó: «Es mi mayor éxito en redes sociales, me empezó a escribir todo el mundo dándome la enhorabuena no por la maratón, sino porque Mariah Carey se había hecho eco de mi pequeño triunfo».

Lo malo vino una semana más tarde, cuando ya estaba en Madrid: «Me desperté una mañana y no me podía mover». Con el esfuerzo de llevar a aquél hombre, se hizo una hernia cervical. «Estaba totalmente encorvado, y con un dolor terrible». Tuvo que dejar una serie que estaba rodando y parar de trabajar dos meses. Aunque estuvo a punto de operarse, de momento ha esquivado el quirófano a base de ejercicio: «Me encantaría si puedes mencionar a mi fisioterapeuta y a mi entrenador, que les estoy muy agradecido, son Ángel Ruiz y Rafael Bautista».

Mencionemos también al señor desplomado, un holandés, exatleta, que al cabo de unas semanas vio la imagen publicada y se puso en contacto con Tamar Novas: «Se ofreció incluso a pagarme. Le dije que ni hablar, que si un día nos encontrábamos me invitase a una cerveza».

La semana que viene, el actor estrena la serie 'Clanes', en Netflix, donde da vida al heredero de un imperio del narcotráfico gallego. «Es una trama muy shakespeariana, donde hay amores imposibles entre familias, venganzas...». De hecho, su papel tiene algo de Hamlet, ya que ambos tienen una misión, heredar un reino, pero se cuestionan si realmente quieren estar en esa posición. Se siente «privilegiado» por poder vivir de su profesión, aunque constata que las salas de proyección están en horas bajas, algo que no acierta a entender ya que para él ir al cine es casi un ritual. Entre sus futuros proyectos, aparte de algunos rodajes, destaca uno que tiene que ver con una orquesta sinfónica, que le hace especial ilusión por su formación como pianista.