Loki, el dios del caos que llega para salvar a Marvel
Disney+ estrena el viernes 6 de octubre la segunda temporada de la serie, la primera de la franquicia en tener continuidad
El dios del caos ha llegado para poner orden en Marvel, cuestionada por sus últimos patinazos y su empeño para estirar un universo que empieza a quedarse sin rédito. La segunda temporada de 'Loki', la primera serie de la franquicia en tener continuidad, se salvó de la reestructuración de la compañía que siguió a la salida de Victoria Alonso: menos series pero mejores. También fue capaz de sortear la eliminación del material grabado del cancelado Jonathan Majors, el actor contratado como el gran villano de la nueva fase, arrestado en marzo acusado de asalto y abuso. Resulta que Loki se pasa la temporada parpadeando, a punto de ser borrado de la realidad, pero el villano Kang no se mueve de su sitio.
Gran parte del éxito de la ficción, que hoy estrena el primero de los seis capítulos de su segunda entrega en Disney+, se debe al carisma de su protagonista, Tom Hiddleston, que disfruta con un rol tan poco encorsetado como el del travieso antihéroe hermanastro de Thor. También a esos guiones imposibles que partían con la misión de introducir el multiverso en Marvel y encontrar coherencia en esa inexacta ciencia de los viajes en el tiempo.
Con ecos de la británica 'Doctor Who' y acción frenética, 'Loki' es una épica aventura de ciencia ficción que se adentra en la zona gris, intermedia, que hace que el dios del engaño no sea solo bueno o malo sino cautivador. La serie, una apuesta nada velada por la diversidad –Loki es de género fluido– con el objetivo de adquirir notoriedad más allá del 'fandom' clásico, fía el resto al multiverso y los misterios y a un poderoso elenco que incluye el regreso de Owen Wilson y el fichaje de Ke Huy Quan ('Todo a la vez en todas partes'), que redondea el mejor año de su vida.
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