Javier Veiga y Marta Hazas: «Nos llevamos mejor en el trabajo que en la vida»
Amazon Prime Time estrena este viernes la tercera y última temporada de «Pequeñas coincidencias»
![Javier Veiga y Marta Hazas, en «Pequeñas coincidencias»](https://s3.abcstatics.com/media/play/2021/02/05/pequenas-kCWE--1248x698@abc.jpg)
Entrevistar a Marta Hazas y Javier Veiga es casi como vivir un episodio interactivo de su serie. El periodista propone la escena, pero los personajes tienen su propio criterio. Y mucho sentido del humor. Ambos hablan para ABC de «Pequeñas coincidencias», cuya tercera ... y última temporada llega este viernes a Amazon Prime Video .
—Marta: Podríamos haber estirado el chicle, pero el final era inevitable. Sería otra cosa.
—Javier: Sería casi un spin off .
El embarazo es una etapa fantástica, pero ¿caben más historias o chistes en un vientre materno?
—Marta: El humor cabe en todos los sitios y cuando más conflictivo sea el sitio, mejor vehículo es para narrar. Nos ha dado mucho juego y situaciones que están muy bien.
—Javier: Siempre es delicado, porque te metes en algunos terrenos que… cuidado. Pero en una tercera temporada es más sencillo, porque los personajes ya tienen su personalidad. Pueden ser unos idiotas. La historia tiene su discurso moral y cada personaje tiene la suya. No tienen por que ser siempre positivos y blancos.
Vosotros llevais juntos más temporadas que la serie. ¿También tenéis que negociar las renovaciones?
—Marta: Nosotros no hacemos prisioneros. Vamos partido a partido.
—Javier: Pero molaría hacer eso, estaría guay.
—Marta: En los aniversarios.
—Javier: Oye, ¿seguimos otra temporada o firmamos dos esta vez?
—Marta: Lo malo es que uno de los dos decida hacer un spin off con alguno de los personajes secundarios.
—Javier: O pedir aumentos.
Parece más fácil rodar con la pareja, pero también más peligroso, por las consecuencias que pueda tener en casa.
—Javier: Las dos cosas. Pero es más fácil tener una bronca en casa e ir cabreados a currar que al revés. Nos llevamos mejor en el trabajo que en la vida. Pero sí, hay cosas que sin duda son muchísimo más fáciles.
—Marta: Te conoces bien, tienes la confianza y muchas cosas salen de manera más natural.
—Javier: Es un socio del que te fías... hasta cierto punto, como de todos, pero al 99%. Funciona, te entiendes bien y está de tu parte en el equipo.
¿Nunca escribes con miedo a que te lo echen en cara?
—Javier: He metido muchas cosas de nuestra vida real, frases literales. Hay momentos que vivimos una situación acalorada y me dice: «Esto no lo pongas…». Inevitablemente hay cosas que están contaminadas. No es un psicodrama ni contamos nuestra vida, pero si algo de lo que nos pasa es divertido o interesante…
—Marta: En la segunda temporada recuerdo que le decía a Javi: «Ahora, porque llevemos tanto tiempo saliendo juntos, a mí no me fastidies y que nuestra relación deje de ser rollo comedia romántica y te conviertas en un marido con pantuflas. De hecho, la temporada era un poco qué pasa cuando se acaban las comedias románticas. Estaba contada desde mi punto de vista.
Si utiliza mucho tus frases, quizá podría reclamar derechos de autor.
—Marta: Ahora mismo me conformo con ser musa. Lo dejaré ahí, pero si un día nos llevamos peor…
¿Tenéis los mismos gustos a la hora de ver series y películas?
—Marta: Considero que tenemos un núcleo común y luego cada uno otro aparte.
—Javier: Un matiz importante: la ficción la compartimos, pero si elige ella lo vemos y si lo elijo yo, Marta ve Instagram. Igual al tercer capítulo se acaba enganchando y deja el móvil.
—Marta: Javi tiene una lista de series en el móvil que ya son bastante viejas, que le han ido recomendando y ya no sabe ni por qué. Cuando se empeña en ver cosas así, saco el iPad.
—Javier: Saca el Instagram de primeras. Hombre, dale una oportunidad.
—Marta: Cuando alguno está de gira sí hemos arrancado alguna serie por nuestra cuenta, pero cosas que ya no íbamos a ver juntos como «Los Bridgerton». Luego te traicioné con otra que sabíamos que era buena y ya no la verás. (Risa maléfica).
—Javier: «Breaking bad» nos gustó un montón. «Normal People» a ti no mucho y a mi sí. La más absurda que hemos visto fue «The walking dead», las navidades pasadas, siempre con el mando en la mano y avanzando para ver cuándo mataban gente. Solo queríamos ver matar zombis.
—Marta: Solemos estar de acuerdo, pero a mí me aburre cuando se engancha a documentales de Hitler o de guerra, que son siempre iguales. Luego le suele gustar lo mío, quitando «Emily en París» y cosas así.
¿Al final «Pequeñas coincidencias» es más parecida a papá, que es el creador, o la madre la llevó a su terreno?
—Marta: Es un buen híbrido entre los dos. La clave es que Javi y yo nos completamos bien. Hay un buen punto de partida: me gusta cómo escribe los personajes femeninos, que no suele pasar. Da unas alas a neuras que me apetecía contar en pantalla. Y luego hemos hecho un buen tándem a la hora del empaquetado y el preciosismo. Que tenga una estética que invita a soñar.
—Javier: La serie tiene mucho de Marta. Sería muy distinta sin ella, como actriz y como Pepito Grillo al ser la primera que lee los guiones y opina. Al principio suele ser muy vehemente, pero filtro lo que me interesa y cosas que sé por qué las dice, aunque no le haga tanto caso. Tiene mucho peso en lo que ocurre y en la parte estética Marta es también productora ejecutiva y controla el maquillaje, el estuario y todo eso. Sin duda, esa estética es parte del éxito de la serie.
Marta hablaba al principio del humor conflictivo. ¿Os habéis tenido que cortar en algunos chistes?
—Javier: El límite de autocensura es jodido. Me molesta, pero inevitablemente hay cosas en las que no te puedes meter para no salir escaldado, pero también sin ser cobarde. Me molesta mucho e intento ir al límite, pero tienes que tener cuidado. Hay líneas que si no eres muy fino o el chiste se malinterpreta... Aunque sea bueno, si se percibe mal la has cagado.
—Marta: A veces, al ver algunas cosas montadas nos moríamos de risa, pero podían interpretarse mal. No era tan clara la intención. Hay que pasar de ese falso buenismo que domina las redes, pero es verdad…
—Javier: Lo que es verdad es que no hemos tenido ningún tipo de censura externa. Nadie nos ha dicho nada. Y queríamos una serie para todos los públicos y de tono feel good . Luego, nos pusieron para mayores de 16 años, que era exagerado. El lenguaje es cotidiano, pero ya por eso es malsonante. Pero que esta serie tenga esa calificación a mí me preocupa. No quiero imaginar qué se debería poner en otras cosas que veo. ¿Para mayores de 35?
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