«Acacias 38» cumple 1.300 capítulos y prepara un salto en el tiempo

«Lo nuestro no ha sido un camino de rosas, pero las complicaciones que hemos tenido a lo largo de estos años –el incendio, el accidente de Marc Parejo y ahora la pandemia– nos han hecho más fuertes. Aquí todos remamos en la misma dirección». Así defiende Humberto Miró, productor ejecutivo de «Acacias 38» , una serie que esta semana cumple 1.300 episodios y cinco años en antena, acompañando cada tarde a los espectadores de La 1. Para no dejar de hacerlo, están grabando en tiempos de pandemia.

Coincidiendo con su aniversario, los «acacieros» verán este jueves un salto temporal que permitirá a lso espectadores conocer a nuevos vecinos, ver el regreso de algunos nuevos y cerrar algunas tramas del pasado. «Es un salto pequeñito, pero que nos ha permitido colocar las cosas en su sitio y comenzar otras», señala Miró. La muerte de Úrsula -la mala por excelencia desde los primeros episodios- y ahora el coronavirus son dos asuntos que han marcado la agenda de la serie estos últimos meses. « El asesinato de Úrsula significó un punto y aparte. El tema de la pandemia nos ha afectado en el sistema de trabajo. Hemos reducido las secuencias corales. Se han tomado medidas de seguridad no solo entre los actores; sino también entre los actores y el equipo, pero no se ha renunciado al espíritu de la serie en ningún momento», sentencia.

La búsqueda de la confesión sobre el asesinato de Marcia, la marcha de Marcos a México para arreglar sus asuntos con el padre de los Quesada, la relación de Antoñito y Lolita , el futuro de los Domínguez tras su viaje a Argentina o el incipiente amor entre Miguel y Anabel serán algunos asuntos que se tratarán en los próximos días. «Estamos ante una serie luminosa. El peso de las mujeres es fuerte no solo entre las señoras de la casa como en las del altillo. Ese espíritu no se va a perder. Está apunto de llegar una trama de intriga que va a afectar a varios personajes, aunque también hay lugar para la comedia como para el melodrama, sin olvidar grandes o pequeñas historias de amor»,