la ventana indiscreta
Amnistía para el Dios del engaño
Lo importante no es llegar y vencer sino no traicionar a quienes lo hacen posible. Porque todo es un bucle y, claro, luego pasa factura
![Loki, interpretado por Tom Hiddleston](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2023/11/16/loki-pedro-sanchez-RhjwuKKrdMm1clKAFeDC4jK-1200x840@abc.jpg)
Refugiarse en el pasado es tentador, porque todavía hace calor cuando la memoria se enciende. Recuerdo cuando iba al colegio y todos hablábamos de la serie que habíamos visto la noche anterior, lo mismo que hacían nuestros padres en el trabajo y los amigos en ... los bares. Esos tiempos se acabaron. Ahora simplemente es imposible coincidir, todo es de nicho en catálogos interminables y donde cada uno sigue su propio ritmo. Quizás ese sea el gran lastre de una ficción como 'Loki', encasillada como producto friki por ser una derivada de Marvel y el sindiós de sus superhéroes.
Le pesa la etiqueta a la serie de Disney+, ya que es muchas cosas pero no precisamente eso. Tiene una importancia decisiva en lo que viene en el UCM, sí, porque si a este aún le queda pila desarrollará al villano que se presenta aquí, que parece más cancelado que Kevin Spacey pero es todavía más desconocido. Y poco más. La serie, a medio camino entre la ciencia ficción clásica y un capítulo de 'Dr. Who', traiciona, eso sí, la ley de los viajes temporales de 'Regreso al futuro', que puede carecer de lógica, seguro, pero era la sagrada línea temporal para los que crecimos viendo cómo un Delorean teletransportaba a Doc y Marty MCFly. 'Loki' es un verso suelto, por calidad, por gracia y por pequeña, pero también por profundidad en una ficción que parece solo superficie.
Con la cabeza alta y la boca pequeña habla 'Loki' muy alto del tiempo. De cambiar. De cómo a veces nos empeñamos en mutar para caer mejor a los demás. En simular que somos otros para comprender, tarde, que no hacía falta, que solo teníamos que ser nosotros mismos, sin complejos.
Por el camino nos dejamos la vida, y casi peor, el tiempo, algo que siempre creemos que sobra pero es mentira, falta y mucho como bien sabía el conejo de 'Alicia en el país de las maravillas'. Pasa rápido. Demasiado. Y a veces, como pasa en 'Loki', «varios siglos» duran apenas un suspiro.
El hermanastro de Thor tarda lo suyo en encontrar su propósito; otros, como Pedro Sánchez, lo tienen claro desde la cuna. Olvida el presidente recién investido, y lo terminó entendiendo al final de la segunda temporada el Dios del caos, el engaño y la discordia, que lo importante no es llegar y vencer sino no traicionar a quienes lo hacen posible. Porque todo es un bucle y, claro, luego pasa factura.
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