Premios Emmy 2019
Por qué «Juego de Tronos» debe reinar en los Emmy
Nos guste o no, la serie de Benioff y Weiss ha sido el fenómeno audiovisual por excelencia de los últimos años, y los premios así deben reflejarlo
![Arya Stark, uno de los personajes fundamentales en Juego de Tronos](https://s1.abcstatics.com/media/play/2019/09/22/1564193678_372406_1564193729_noticia_normal-kFaE--1200x630@abc.jpg)
Sansa Stark enfundándose el traje de regente del Norte libre. Arya, entre tanto, mira al infinito, camino a lo desconocido. El trono, ya en sentido figurado, ha sido para Bran, El Tullido, después de que Tyrion Lannister decidiera que el cuervo de tres ojos atesoraba la mejor de las historias y la sabiduría para reconstruir la debacle causada por la madre de dragones.
Los Emmy tienen esta noche la misión de coronar a «Juego de Tronos» como la gran serie de los últimos años. Y lo ha sido pese al fenómeno «Chernobyl» que, afortunadamente para Benioff y Weiss, no compite en la categoría de mejor serie dramática sino en la de mejor miniserie. La adaptación de «Canción de Hielo y Fuego» se enfrenta a ficciones que poco tienen que ver con el fenómeno mediático que Jon Nieve y compañía generaron el pasado mes de abril, por lo que tiene las de ganar: «Better call Saul», «Bodyguard», «Killing Eve», «Ozark», «Pose», «Succession» y «This is Us» .
Si bien es cierto que esta última temporada de «Juego de Tronos» el fuego del dragón se notó más que nunca en las críticas de Twitter, también lo es que los protagonistas de la ficción ubicada en los Siete Reinos deberían salir esta noche triunfantes como colofón a un fenómeno de masas que logró cautivar, incluso, a los más críticos con el género.
Si «Juego de Tronos» merece la corona no será por sus tramas, ni por una adaptación más que discutible de los libros ni por su atropellado y quizá errático desenlace. No es momento para valorar la última temporada de la serie sino el fenómeno en sí, ese que meses atrás impulsó a hordas de fans a trasnochar para saber qué ocurría finalmente durante «La larga noche» . Porque todos esperábamos más del 8x03 y cuestionamos, como expertos en estrategia militar que somos, decisiones clave en la batalla como la de enviar a los Dothrakis a una muerte segura al inicio del capítulo . Pero también vibramos con Arya Stark finiquitando al Rey de la Noche en tan solo un segundo haciendo que ese oscuro episodio mereciera la pena.
Si valoramos «Juego de Tronos» como lo que es, una serie de entretemiento, llegaremos a la conclusión de que, al final, mereció la pena. Aunque solo fuera para criticar , los guiones de Benioff y Weiss estuvieron en nuestras conversaciones durante aquellas semanas de teorías, conspiraciones y profecías en las que todos fuimos jefes de guion, fotografía, montaje e, incluso, diseño de vestuario. La serie perfecta para cuñados con ganas de matizar hasta el último detalle fue también la culminación de una historia entretenida y apasionante que, desde 2011, nos mantuvo pegados a la pantalla analizando cualquiera de sus conversaciones: «Cerrarás ojos marrones, azules y verdes».
Toda historia de amor que termina de manera atropellada decepciona y, yo, que soy también muy cuñada, le habría dicho a los guionistas que la profecía de Melisandre estaba cogida con pinzas y que Arya tenía que haber matado a Cersei aprovechando su previsible mareo tras haber pasado ocho capítulos bebiendo vino. Pero no seré yo quien critique «Juego de Tronos» sino todo lo contrario. En la marabunta actual de ficciones televisivas —hasta en Tinder van a hacer una serie— las historias de Poniente se han impuesto entre el fandom y, eso, a mi parecer, debe ser reconocido. No estará esta serie en la lista de grandes guiones que encabezarían «Los Soprano» o «The Wire» — que, por cierto, nunca ganó un Emmy— pero el final de la gesta que fue llevar «Juego de Tronos» a la pantalla, con sus luces y sus sombras, bien merece una lluvia de premios.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete