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Cuando (casi) todo es mentira

Se ha estrenado 'No digas nada', serie británica de nueve capítulos basada en el libro de Patrick Radden Keefex

'Querer' es una obra mayor

Fotograma de 'No digas nada' Disney +

16/11/2024 a las 19:07h.

Después del deslumbramiento que me produjo 'Querer', tanto la serie de Alauda Ruiz de Azúa como Nagore Aramburu, volví a 'Patria' (Max). Nagore es la etarra que conduce el coche de los terroristas que matan al Txato, el marido de Bittori (Elena ... Irureta). También he vuelto a 'Patria' porque Disney + ha estrenado 'No digas nada', serie británica de nueve capítulos basada en el libro de Patrick Radden Keefe. Un libro de no ficción. Lo de Aramburu es una novela, pero también es real. En ambos casos, el libro es tan bueno como la adaptación televisiva. En ambos casos tanto libro como serie trasladan al espectador el entorno acogedor del terrorismo. La burbuja apestosa que protege al mal instalado en la vecindad. El crimen que arranca 'No digas nada' es el secuestro y asesinato por el IRA en 1972 de Jean McConville, madre soltera de diez hijos, por ser, según ellos, informante británica y cuyos restos fueron encontrados en 2003.

Patric Radden Keefe es productor ejecutivo y el director es Michael Lennox, de 'Derry girls' (fabulosa comedia con el terrorismo del IRA de fondo que se puede ver en Netflix). El showrunner es Josh Zetumer. Y pese a que tanto él como el autor son estadounidenses (Lennox es norirlandés), han hecho un trabajo detallista. Por ejemplo, con el lenguaje de Belfast. Puede parecer que hay cierta ambigüedad moral cuando vemos a las hermanas Price como a las adolescentes de 'Derry girls' pero criadas en una familia del IRA. Los malos no son todo el rato son malos, pero eso no los banaliza. Dolours Price cuenta la historia para el Belfast Project, historia archivada en el Boston College de Massachusetts. Al final del primer capítulo, dice: «Te enseñaban que estabas luchando en nombre del pueblo. Que la comunidad te respaldaba… Y creo que la gente debería saber que es todo mentira».

Malacostumbrada a series españolas buenísimas ('Querer', 'Celeste'), no he escrito de 'Asalto al banco central'. «Basado en hechos reales», dicen. Hombre, sí, pero para inventarse cosas, como ayer contaban Javier Chicote y Juan Fernández-Miranda. O antes Jesús Lillo, cuando señaló (aquí nada de detallismo en el lenguaje) «frases hechas de nuestro entorno temporal que chirrían tanto como la omnipresencia femenina en un mundillo por entonces masculino, la cirugía plástica de algún miembro del reparto… o las jardineras municipales que se ven por ahí». Digamos que Patricia Vico es a Calparsoro (director de la serie) lo que Giannina Facio a Ridley Scott.

Chicote y Fernández-Miranda: «En el último capítulo de la producción audiovisual aparece un rótulo en el que se reconoce que la participación de Manglano en el asalto «no se pudo probar», después de haberlo señalado como culpable durante toda la serie». Al final de cada episodio de 'No digas nada' también aparece un rótulo: «Gerry Adams siempre ha negado ser miembro del IRA». Que haya un rótulo es el único parecido.