C. Tangana: «Me siento desconectado de la música de ahora. No entiendo lo que hacen los chavales»
El artista que ni «canta ni afina» pone fin al exitoso recorrido de 'El madrileño' con el documental 'Esta ambición desmedida', que estrena ahora en cines
Así es 'Esta ambición desmedida'
![Antón Álvarez, C. Tangana, durante la presentación de 'Esta ambición desmedida'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2023/10/23/tangana-ambicion-desmedida-avalon-cines-kZfE-U60480101834hnG-1200x840@abc.jpg)
«Prefiero la vida normal al escenario», asegura Antón Álvarez, la persona que se esconde detrás de C. Tangana, que a su vez es el responsable de haber dado vida a 'El madrileño'. Así, en el juego de muñecas rusas que se ha convertido su ... presente, el artista se empeña en mostrar su «verdadera cara» cada vez que tiene ocasión. Y oportunidades no le faltan: C. Tangana presentó este lunes en Madrid el documental 'Esta ambición desmedida', en el que las cámaras lo persiguen durante la gira de su último disco y donde sus miedos e inseguridades le roban el protagonismo a la música.
La película, que llegará este jueves a los cines, no es un concierto. De hecho, se parece poco a lo que Taylor Swift acaba de hacer con 'The Eras Tour'. Se trata, más bien, de un viaje por el backstage de la vida y obra de «Pucho», como lo llaman sus amigos, un poco en la estela del documental que Netflix le hizo a Kanye West.
Así que en estas aparece de nuevo este juego de personalidades en las que se esconde este cantante que, presume, «ni canta ni afina». «El escenario te vuelve un poco loco», confesó este lunes en rueda de prensa. «La atención de tanta gente mirándote te vuelve loco», remató.
Antón, Tangana, El Madrileño, Pucho... Y antes, con 16 años, cuando «solo» rapeaba, 'Crema'. Y después, algo más mayor, cuando empezó a hacer llamar la atención, fue la voz y la cara de Agorazein (que era «para siempre», como repetía Antón insistentemente en sus conciertos, aunque aquello se rompió). «De lo que más orgulloso me hubiera sentido con 16 años si pudiera verme ahora es de la capacidad que tengo para las letras, de decir cosas interesantes sin meter paja. Cuando escucho lo que hacía con 'Crema' me doy cuenta de que es lo más pretencioso que he hecho en mi vida. Usaba mucho palabrerío para decir poco», confiesa.
A sus 33 años, si algo ha demostrado Antón Álvarez es que no ha dejado de cambiar. Y, al tiempo, no se ha movido de ese personaje de macarra ilustrado que tan bien le queda. «No me voy a estar quieto pero no tengo la ruta marcada», confiesa, y deja claro que en el audiovisual está su futuro de mano de la productora que tiene con sus amigos, 'Little Spain'. «Este documental es el último capítulo de 'El madrileño', y me siento como huérfano por no tener algo que me represente ahora mismo, un álbum que me sostuviese», asegura 'Pucho', que dice sin cambiar el tono que «sigue teniendo complejo e inseguridad» en todo lo que hace. Y aún así, no duda: «Trato de no quedarme en el sitio que ya sé que controlo. 'El madrileño' dejó la opinión de que ya no nos ven como se nos veía antes. Y con la música urbana pasaba igual, toda la escena era ninguneada».
Porque en 'Esta ambición desmedida' la gloria y la miseria de C. Tangana, Pucho, Crema o Antón se cruzan y entremezclan cada vez que entra y sale del escenario. Y ya en rueda de prensa, el cantante no duda en reconocer que todo 'El madrileño' nació «de la crisis de los 30». «Cuando tenía 18 años decía que si tenías 30 años y seguías rapeando es que no te habías enterado de nada. E hicimos un disco que es muy moderno porque reivindica lo atemporal, y así ha conseguido mirar al futuro; pero sí me siento desconectado de la música de ahora. No entiendo lo que hacen los chavales ahora», concluyó.
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