«L’enfant terrible» de Francia salta al cine
El 9 de julio se estrena en España la fábula cinematográfica que Joann Sfar ha trazado sobre la vida de Serge Gainsbourg
Hay mucha leyenda urbana sobre los gustos de la crítica por el biopic, un género cinematográfico tan sobrevalorado como difícil de perpetrar con decencia. «Serge Gainsbourg (Vida de un héroe)» es un ejemplo inusual de este tipo de cine que tanto (dis)gusta a los seguidores del retratado, pues lejos de caer en el maniqueísmo de plasmar los excesos de un personaje tan polémico como fue Gainsbourg, el dibujante Joann Sfar traza una ensoñación de celuloide, como si sus acuarelas hubieran tomado forma en la gran pantalla. «Me gusta demasiado Gainsbourg como para colocarlo en la realidad. No me gustan sus verdades, sino sus mentiras» , confiesa el director novel. Eso sí, «la parte negativa de debutar con una película sobre Gainsbourg es que es un personaje tan famoso que dudo que la gente vaya a apreciar mi trabajo».
Joann Sfar cuenta con la magistral interpretación de Eric Elmosnino , un actor francés desconocido hasta la fecha por estos lares. Elmosnino se mete en la piel de Gainsbourg hasta poseerlo y es capaz de suplir su voz interpretando sus temas, transmitiendo al espectador esa maravillosa sensación de creer lo que te están contando, pese a que en el fondo todo sea una fábula. Una melódica fábula que comienza a finales de la Segunda Guerra Mundial, con un joven que ya despunta, con estrella de judío incluida entre sus manos, como galante conquistador de toda fémina que ose cruzarse en su destino.
Ese destino al que Gainsbourg, en boca de Elmosnino (¿o era al revés?) se atreve a despreciar, pues «la vida no es más que un azar que se opone a los destinos» . En esa vida, la de Gainsbourg, siempre regada con humo de Gitanes y sorbos de etílicas sustancias, se van sucediendo encuentros tan carnales como creativos. Sfar está convencido de que «en la vida de Gainsbourg las mujeres no tienen psicología, sólo le dan fuerza y magia. Serge Gainsbourg se odia y necesita hacer algo para que su país, su familia y sus mujeres le amen. Utiliza el dolor para abrirse a los demás. Lo que más admiro es su fragilidad, le gusta exhibir su dolor, es un sátiro».
Sus mujeres
Si curiosa es la interpretación que la modelo Laetitia Casta hace de Brigitte Bardot («B. B. ha confesado a Laetitia todos sus secretos sexuales y Laetitia no me ha contado ni uno solo», se queja el director), maravillosa es la presencia de Lucy Gordon como Jane Birkin , la «inglesita» que supo como nadie llamar a las puertas del artista francés y quererlo… «moi non plus». Joann Sfar confiesa que «el proyecto ha salido adelante gracias a Charlotte -la hija de Serge y Birkin- y Jane, pero ninguna de ellas ha querido ver la película porque les producía demasiado dolor». Algo comprensible, sobre todo si se tiene en cuenta que Sfar se atrevió a proponerle a Charlotte el papel de su propio padre. Una locura creativa sólo propia de Gainsbourg, que la cantante y actriz se pensó durante una semana, pero que terminó rechazando con el mejor de los talantes.
Entre citas provocadoras (marca de la casa) como «Sí, lo reconozco, quiero pervertir a la juventud» o «La boca es el primer órgano genital» , la vida del único compositor francés que se ha atrevido a versionar hasta el ridículo «La Marsellesa» (hay que reconocer que el reggae le da un toque peculiar) se sucede de la mano de Boris Vian («Sigue así, amigo mío», le animó proféticamente), Charles Aznavour, Juliette Gréco, France Gall y la impertinente presencia de un personaje muy especial, la «Jeta de Gainsbourg», álter ego fabulado que acompaña al personaje desde su niñez hasta que se convierte en Gainsbarre.
«Es él quien habla, se trata de una especie de autorretrato. Es como si me hubiera encontrado con Gainsbourg en un pub borracho a las cuatro de la mañana y me hubiera empezado a contar su vida», explica el dibujante francés. ¿Si le hubiera gustado la película? «Su agente me dijo que sólo si el filme era un éxito... Después de que más de 1,5 millones de espectadores la hayan visto en Francia, hemos logrado venderla en 30 países... Así que sí, creo que le hubiera gustado la película».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete