Todas las películas hablan de Jonás Trueba: un paseo por los escenarios de su cine
El cineasta que más atento ha estado a los impulsos de una generación salta a la madurez con 'Volveréis', con la que ganó el premio a mejor película europea de la Quincena de Cineastas de Cannes
Crítica de 'Volveréis', por Oti Marchante
Aparece Jonás Trueba –mochila al hombro, camiseta negra, gafas de sol de diseño– con ese aire liviano del que parece querer desvanecerse entre la gente como un espía y escuchar el susurro de esta ciudad, la suya, su Madrid, y de esta generación, la ... suya, jóvenes adultos de edad indeterminada. Con ambos ha construido su filmografía a base de un oído bien entrenado y de un círculo de amigos que ha transitado, como todos, de la ilusión del amor romántico al trauma de la ruptura, del miedo al mañana al hastío por el presente.
Se presenta Jonás Trueba –pantalón ancho a juego, perfectamente despeinado, móvil en modo avión– en plena Plaza de los Cubos de Madrid, epicentro de un cine de autor, el suyo, con el que ha dado forma a sus obsesiones, que son las de los suyos, una pequeña burguesía ilustrada a base de cultura popular y referencias clásicas con las que tratan de descifrar un mundo donde cada vez son más minoritarios.
Y ahí está Jonás Trueba –42 años ya, rostro aniñado, musculatura huidiza– dispuesto a acompañar a ABC desde el Pasadizo de Cubos hasta los bajos del Viaducto de Segovia pasando por la colina frente a la Almudena, rincones donde sus personajes han respirado y vivido como unos vecinos cualquiera y que hoy ahogan turistas que no saben que, bajo un pino del que ya solo queda el tocón, 'Todas las canciones…' hablaban del amor de Barbara Lennie. Un paseo que se alargará casi dos horas y en el que, además de recorrer los espacios físicos de su filmografía, deambulará también por sus inquietudes personales y por el estado de una industria en la que él parece sentirse cómodo como un satélite lejano.
Amistad duradera
Habla al futuro Jonás Trueba en este caluroso día de julio, un futuro que es hoy, finales de agosto, a unas horas del estreno de 'Volveréis', su nueva película, en la que se adentra en las agitadas aguas de una pareja que decide celebrar una fiesta para anunciar que lo dejan, que hasta aquí hemos llegado pero que la amistad permanecerá. «Volveréis», les replican todos, «vosotros no podéis dejarlo», insisten; y Trueba los retrata con esa estructura circular de todas sus películas, con ese metacine (ella es directora y él, actor, y están rodando una película que se cuela en la realidad de sus vidas) que es ya propio de su equipo, Los ilusos Films, cineastas que como él y junto a él han pasado de celebrar la nostalgia de una juventud que todavía estaban viviendo a mirar hacia adelante, a una edad cuya siguiente fecha redonda ya son los 50.
«Hemos tenido la suerte de recorrer estos años haciendo películas un grupo de amigos que nos hemos ido profesionalizando intentando mantener siempre un espíritu un poco amateur, un espíritu como del que empieza, que para mí eso siempre ha sido importante», celebra Jonás Trueba sobre sus tres lustros en esto de rodar de mano de Javier Lafuente, Itsaso Arana, Vito Sanz, Miguel Ángel Rebollo o Francesco Carril, entre tantos otros sospechosos habituales. Muchos de ellos comenzaron en 2008, cuando el futuro de una generación hizo 'crack'. Las bolsas se desplomaban y los ilusos –ellos y otros– se enamoraban del cine. «El sector entró en una crisis enorme de la que no sé si ha salido o es que ya nos hemos acostumbrado. No dejo de pensar en que nos tocó empezar a hacer esas películas en unos años de transición de muchas cosas y nosotros hemos sabido hacernos fuertes ahí. Hemos sabido también no engañarnos: las películas que hemos hecho están vinculadas a momentos muy concretos de cada uno de estos años, cada una de esas pelis son un pequeño retrato de nuestros estados de ánimo», reflexiona.
El estado de ánimo ahora es el de un flâneur, Baudelaire siempre presente, que deambula con la mirada abierta a los espacios que su ojo cinéfilo ya filmó antes. «A veces, sin tener guión ni nada, quedo con Rebollo, mi director de fotografía, para pasear por sitios que nos gustaría retratar, y ahí vamos pensando la película. Él intenta llevarme a otros sitios para no sacar siempre los mismos pero yo le he ido convenciendo de volver sobre los mismos lugares porque eso tiene algo de interesante, nunca son iguales en cada película: el tiempo pasa por ellos, la morfología cambia... fíjate, cuando rodamos 'Todas las canciones hablan de ti' hicimos un plano por el antiguo bosque de plataneros de Plaza de España que ya no existe», dice sobre ese tramo mismo tramo que hoy ya nada tiene que ver con aquel. «Cuando veo ciertas películas españolas y reconoces un trozo de Madrid que ya no existe, te ayuda a entenderlo, y eso tiene un valor indudable».
Aquí Jonás sorprende: rehúye la idea de haber retratado Madrid. «Nunca tuve la vocación de retratar Madrid, sino una cierta esencia de Madrid. Nuestras películas se concentran en unos pocos sitios que hoy recorremos con lo cual también cuando me dicen esto me da vergüenza y casi pudor porque sé bien que Madrid es muchísimo más amplio y no lo estoy abarcando». Es más, rebate también a los periodistas que lo encuadran como altavoz de una generación. «Me sorprende que me digan que mis películas son generacionales porque nunca fue una vocación o una ambición, aunque cuando se te acerca alguien y te dice que nos ha ido siguiendo a lo largo de estos años y que se ha ido identificando... no hay nada más grato que eso».
Está luchando Jonás contra los tópicos de las etiquetas que lo encajonan. Rechaza incluso la nostalgia por la juventud perdida que para algunos emana su cine –«siempre quise huir de la adolescencia y nunca he tenido ganas de ser joven permanentemente»–; y la solemnidad –«lo más auténtico que tiene Madrid son esas tiendas de alimentación»–; de lo político –«siempre he evitado hacer una película de agenda»– y hasta del cine francés –«llegar a Cannes nunca fue un sueño ni forzamos nada para llegar allí»–.
Lo haya hecho o no, a Cannes llegó y de allí se vino con el premio de mejor película europea de la Quincena de Cineastas. Un reconocimiento a la constancia de hacer las cosas fuera de los canales habituales. «La industria del cine español está llena de falsas teorías, de convencionalismos acerca de cómo se tienen que hacer las cosas, y algunas de esas cosas las hemos cuestionado y hemos demostrado que se pueden hacer de otra manera y que no pasaba nada. Tampoco digo que hay que hacer las cosas como las hago yo, simplemente que cada cineasta debería encontrar su propia manera de hacer las cosas. Nosotros no hemos pulsado ninguna tecla que sabemos que existen para que te seleccione un festival, y los propios festivales crean sus líneas editoriales y a los cineastas jóvenes se encuentran con un tutor, otro cineasta, una productora, un distribuidor... que les dicen qué tienen que hacer para que les seleccione ese festival o para que les distribuyan... Es ridículo y se ha generado una cosa muy endogámica». Y remata con una idea poderosa: «Yo he empezado a vivir de mis películas ahora, y creo que es interesante que se hable sobre todo para los que quieren hacer cine y están empezando ser honestos con ellos, contarles la verdad.
Jonás Trueba y los escenarios de Madrid en sus películas
'Todas las canciones hablan de mí' (2010)
![Oriol Vila y Bárbara Lennie en 'Todas las canciones...' (2010), en un alto frente La Almudena](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/08/29/todaslasccanciones-kC7E--760x427@diario_abc.jpg)
Hoy aparece en Google como uno de los sitios recomendados para los turistas para ir a ver el sol esconderse tras la Catedral de la Almudena y el Palacio Real, pero en 2010, cuando Jonás Trueba decidió que el personaje de Oriol Vila abriera su corazón de nuevo ante una Bárbara Lennie que ya solo puede sonreir, este montículo apenas lo conocían unos pocos y los universitarios que venían a hacer botellón. «Aquí se ponían», dice señalando una tierra yerma y pisoteada sobre la que ahora una pareja de mexicanos se hace un selfie y otra, también turistas, espera su turno. «Aquí antes estaba una valla y ahí había una hiedra que ya no está; tampoco está un árbol que era precioso y que lo han cortado». La nostalgia también le invade cuando señala una bella azotea pegada a este maravilloso rincón de la capital: «Ahí vivía Basilio Martín Patino. De los recuerdos más bonitos que tengo de mi vida es conocerle, porque es uno de los cineastas que más he admirado del cine español. De hecho sigue viviendo ahí su mujer... era una vista increíble».
Jonás Trueba y los escenarios de Madrid en sus películas
'Los ilusos' (2013)
![El pasadizo de Cubos, en 'Los ilusos' (2013)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/08/28/los-ilusos.jpg)
«Todos los que vivimos en Madrid y nos gusta el cine, hemos atravesado este pasadizo y lo hemos visto cambiar. Me impresionó mucho la época en la que lo tomaron los adolescentes, que es cuando empezaba a hacer en 2016 'Quien lo impide'. De pronto, ese pasaje se puso de moda entre los adolescentes que iban a hacer botellón, y era una cosa impresionante cuando tu salías del cine y toda la juventud madrileña estaba ahí instalada. Ahora no, ahora ya no van desde hace un tiempo. Yo había estado tres años, cuando hacíamos 'Los ilusos', y era un pasaje desolado donde solo pasaba la corriente de frío y los que íbamos de una sala a otra del cine, que éramos pocos porque el cine estaba en ese momento en crisis. Es curioso cómo en unos años pasó a esa ebullición juvenil».
Jonás Trueba y los escenarios de Madrid en sus películas
'La reconquista'
![Fotograma de 'La reconquista' (2016), con Francesco Carril sobre el viaducto de Segovia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/08/29/la_reconquista10-g-kC7E--760x427@diario_abc.jpg)
El viaducto de Segovio aparece en varias de sus películas y bajo sus vanos terminamos el recorrido con Jonás, que analiza con el tiempo aque 'Reconquista' que tan buena acogida tuvo. «Fue la primera película que hicimos que quizá no hablaba tanto del presente sino que era un poco de mirar hacia atrás, quizás la única película que he hecho en realidad que no está tan basada en el presente. Aunque al final las películas son puro presente, pero filmamos un reencuentro después de muchos años de dos personas que se habían perdido de vista. Era la primera vez que sentía que quería acordarme de la adolescencia. De lo que habla esa película no es tanto de no querer dejar de ser joven, sino de querer acordarte de ciertas cosas de la juventud. Y en ese momento era como me quería acordar de cuando era adolescente, pero yo siempre quise huir un poco de la adolescencia. Siempre he querido ser mayor de lo que era y siempre he querido relacionarme con gente más mayor. Nunca he tenido ganas de ser joven permanentemente, pero sí que quise acordarme de cuando era adolescente y sentía unas cosas y pensaba, ¿que queda de eso? Fíjate que después de esa película hago 'Quien lo impide', que fue como «vale, ya está, ya me he acordado de mi adolescencia y ahora me voy a centrar en los adolescentes de hoy, en ver qué tengo yo que ver con ellos».
Jonás Trueba y los escenarios de sus películas
'La virgen de agosto'
![En 'La virgen de Agosto' (2019) las Vistillas y todas las fiestas del centro de la capital eran el escenario principal](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/08/29/la-virgen-de-agosto--losilusosfilms-prensa-02-kC7E--760x427@diario_abc.jpg)
La gran aproximación de Jonás Trueba a la capital. «En 'La virgen de agosto' está la idea de que yo sufría imaginándome lo que sentían los turistas cuando los veía subidos en ese autobús que les llevaba por la ciudad y pensaba lo decepcionante que les debería resultar. Entonces apareció esa idea de ver tu ciudad con ojos de turista». El centro de Madrid en agosto nunca se rodó con tanta delicadeza y admiración. «Me encanta quedarme al lado de los grupos de turistas y escuchar lo que les les cuentan los guías de la ciudad en la que vives. Ahora que estamos como un poco así sulfurados con el con el auge del turismo, yo siempre he intentado ver también la parte positiva».
Jonás Trueba y los escenarios de sus películas
Rodar en Plaza de España
«Siempre he querido rodar en Plaza de España y sé que voy a rodar aquí. Cuando se hizo la reforma me pareció muy interesante verla vacía cuando sales del cine en invierno. Es súper interesante la escala que tiene en la proporción con lo que le rodea y esto que han hecho de iluminarla como teatralmente. Pero también es un espacio tan inmensos que es difícil de filmar, cómo te haces con ello... Al final me acabó concentrando en sitios pequeños, porque también son más fáciles de capturar. Con Miguel Ángel Rebollo, que es mi director de arte, hablamos de que Plaza España es nuestra Washington Square.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete