Pesadilla colectiva con 'El hombre del saco', ficción inspirada en el sangriento crimen de Gádor
El próximo viernes se estrena la última película de Ángel Gómez, que recrea el terror que se vive de niño, con moraleja incluida
El crimen de Gádor o la inconcebible crueldad humana
![Varios de los protagonistas de 'El Hombre del Saco'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2023/07/18/hombre-del-saco-RlXMXreA1hHVim4nuKX9PBK-1200x840@abc.jpg)
El hombre del saco, el coco, 'boogeyman'. Son apelaciones distintas que hacen referencia a un mismo terror: el de una fuerza que se lleva a los niños que se portan mal. Una historia centenaria que ha servido a los progenitores para aterrorizar a sus hijos ... a lo largo de los siglos. Este es el material de base de Ángel Gómez para construir 'El hombre del saco', un film en el que una familia de tres hermanos y su madre se mudan a Gádor, un municipio almeriense donde un siglo atrás tuvo lugar un truculento suceso que conmocionó al pueblo entero. Desde entonces, varios niños del lugar desaparecen sin dejar rastro.
La película toma el acontecimiento real del que nace el apodo 'sacamantecas' y que ha permanecido en la memoria colectiva durante más de cien años. Ocurrió en la sierra de Gádor de la provincia de Almería, en 1919, donde Francisco Leona, un hombre enfermo de tuberculosis, buscaba desesperado una cura para su padecimiento. Encomiado por una curandera, secuestraron a Bernardo González, un niño de siete años al que asesinaron para que el enfermo bebiera su sangre y se untase su manteca caliente. Cuando el pueblo se enteró del sanguinario homicidio, se condenó a Leona a garrote vil, así como a la curandera y otros participantes del crimen.
Una versión dulcificada de la historia sirve de excusa para plantear en la película un monstruo terrorífico, que en pleno siglo XXI vuelve para seguir raptando y alimentándose de niños. Gómez, el director, expone que es un relato que «nunca habíamos retratado cinematográficamente». Desde hace diez años abonado al género de terror, explica que el hombre del saco es «una figura poderosa, como cualquiera de los monstruos conocidos» que merece una adaptación por su «riqueza mitológica, su anclaje a la realidad, que le da esa capa mucho más cruda» y por su carácter «histórico».
La cámara se ajusta a la altura de la mirada de los niños y preadolescentes, los verdaderos protagonistas de la cinta. «Hemos intentado respetar ese terror, esa iconografía», explica el director, que usa el hueco debajo de la cama, la silueta al final del pasillo o el ruido dentro del armario para «intentar que ese niño que todos llevamos dentro, que en algún momento ha sentido ese miedo, se sienta identificado con quién fue y dónde estuvo en un momento dado».
Además, la película destensa las secuencias de terror con momentos de comedia, para, cerca del final, destapar la moraleja que rodea la película. Porque en esta narración, combatir el monstruo pasa por cuidar la relación que tienen sus personajes entre ellos. De esta manera, el monstruo sirve como metáfora para hacer hincapié en la salud mental y el maltrato psicológico, a través de conceptos como la importancia de no volcar las propias frustraciones y de saber perdonar.
Reparto de terror
Entre los actores de la película, además de las jovencísimas promesas Claudia Placer, Lorca Prada, Iván Renedo, Carla Tous y Lucas de Blas, la producción ha contado con dos actores de lujo y recurrentes con el director: Macarena Gómez y Javier Botet. Entre ellos también han coincidido en multitud de rodajes y en su carrera tienen un importante elemento en común: tanto Gómez como Botet se estrenaron con películas de terror para después consolidarse como figuras del género.
En el caso de la actriz, fue gracias a 'Dagon: la secta del mar' (2001), que aprendió los conceptos básicos de un rodaje: «Yo no sabía lo que era plano corto, plano medio, plano americano, escorzo, o 'ponte en la marca'. Allí aprendí lo que era una cámara y un foco». También fue su primer papel protagonista y en una cinta en inglés, con Stuart Gordon a la cámara. «Yo me he hecho actriz de terror gracias a 'Dagon', porque gustó en Sitges. Me convertí un poco…». «En la reina del terror», completa Botet, a quien también se le podría considerar un 'rey' del género.
El actor se ha popularizado por caracterizar a algunos de los monstruos más terroríficos del imaginario colectivo, aquellos de películas como 'Malasaña 32' (2020), 'REC' (2007), 'Slender Man' (2018) o 'Expediente Warren: El caso Enfield' (2016). Explica que «esa popularidad que el terror nos ha dado también abre opciones de hacer muchas otras cosas».
En su opinión, «en los 80 se empezó a crear todo y luego no hemos hecho nada más que repetir fórmulas para asustar» y señala la dificultad de la labor de directores innovadores «como Ari Aster». «Aster me parece fantástico, pero sí es verdad que esos momentos viscerales de estar verdaderamente superado y asustado, desde hace unos 25 años me cuesta muchísimo tenerlos. Quizás con 'El proyecto de la bruja de Blair', 'Expediente Warren: The Conjuring', el final de 'REC'... Tengo la sensación de que yo me asusté en toda regla de mí mismo y de esa escena», confiesa el actor de la terrorífica 'Niña Medeiros'.
Por otro lado, destaca que a lo largo de los últimos 20 años se ha evolucionado mucho: «Los VFX [efectos especiales creados digitalmente]», por ejemplo, y gracias a nuevas tecnologías «se hacen maravillas que antes no se podían hacer».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete