Oti Rodríguez Marchante
La noche de los principiantes
Cada celebración de los Goya lleva colgado un lema, cuando no una consigna, y la de ayer lo llevaba en la solapa: «como en casa de uno no se está en ningún sitio»
'Las niñas' triunfa en unos Goya muy reñidos
Los títulos que optaban este año al premio de mejor película tenían cada uno su arma de convicción masiva para merecerlo: 'La boda de Rosa', el talento de Candela Peña para fundir lo ligero y lo profundo, y el cargador para ... conectar al público; 'Adú' , toneladas de conciencia, desventuras y principios; 'Las niñas' , la mirada de Pilar Palomero, los ojos de Andrea Fandós y un final tan hermoso, conmovedor y expresivo que aturulla; 'Ane' , la potencia y el desgarro de su protagonista, Patricia López Arnaiz, y 'Sentimental' , un revuelto de parejas, sentimientos y sexo «oral» en una comedia rebosante de vinagrillo. Y todas, salvo excepción, hicieron valer sus armas: 'Las niñas' como película, Salvador Calvo como director de 'Adú', Patricia López Arnaiz como actriz de 'Ane' y se coló con riesgo y merecimiento en el pódium Mario Casas, como actor de 'No matarás'.
Las primeras tandas de premios colocaban bien a 'Akelarre' y 'Adú', y los primeros de «peso», el de mejor dirección novel y mejores intérpretes revelación, para Pilar Palomero (directora de 'Las niñas'), Adam Nourou (actor de 'Adú') y Jone Laspiur (actriz de 'Ane') ya me dejaron claro que no era mi noche, pues tenía puestas mis equis emocionales en las papeletas de Nuria Giménez Lorang y su maravillosa 'My Mexican Bretzel', en Janick por 'Historias lamentables' y en Griselda Siciliani ('Sentimental') ex aequo con la asombrosa Milena Smith ('No matarás'). Difícil apostar de antemano por Mario Casas como mejor actor, pero no fue una sorpresa; ni tampoco lo de Patricia López Arnaiz, pero cómo no tenerle puesta una equis al gran trabajo de Kiti Mánver en 'El incoveniente'. Los premios Goya de 2021, los mejores, los más gordos, y entiéndase, fueron para principiantes.
Cada celebración de los Goya lleva colgado un lema, cuando no una consigna, y la de ayer lo llevaba en la solapa: «como en casa de uno no se está en ningún sitio», y especialmente si no eres tú quien recoge el premio. La idea era una osadía del zorro Antonio Banderas, y se trataba de celebrar la fiesta del Cine, tenerle respeto a la pandemia y no tenerle miedo al presumible pandemónium. Las celebraciones «caseras» tienen sus contraindicaciones, pero no habría que desestimarlas para próximas galas por lo que agilizan…, y con un algún «rollo» menos hubiera quedado la película perfecta.
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