Hazte premium Hazte premium

Rodrigo García, director de «Últimos días en el desierto»: «No quería hacer pornografía de la crueldad con la crucifixión de Jesús»

El director, hijo de Gabriel García Márquez, relata las tentaciones de Jesús en el desierto a través de la mirada de Ewan McGregor

El equipo de rodaje filma a Ewan McGregor en la inmensidad del desierto, donde interpreta de Jesús ABC
Fernando Muñoz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mel Gibson retrató el Calvario de Jesús con sangre, vísceras y jurando en arameo. Fue una aproximación en la que el director no escatimaba esfuerzos para que el espectador tuviera que apartar la mirada de la pantalla ante tanta violencia. Rodrigo García , que este viernes estrena en España « Últimos días en el desierto », presenta a un Jesús intimista en su peregrinación por el desierto en la que tiene que evitar las tentaciones y luchar contra el demonio. Un viaje interior que culmina con una de las crucifixiones más estilizada y artística que se hayan llevado a la pantalla: «No quería hacer pornografía de la crueldad con una muerte ya de por sí cruel y violenta», explica a ABC el director y guionista colombiano.

Pero la crucifixión es solo el final del viaje –y del metraje–. Apenas unos pocos minutos al cierre de la película. El resto es acompañar a Jesús (interpretado por Ewan McGregor ) en su transitar por la inmensidad del desierto . Una idea que no ha gustado a algunos sectores cristianos, que le acusan de presentar a un Jesús como cualquier otro fundador de una orden religiosa, sin rastro de divinidad. Un peregrino en busca de Dios, no el hijo de Dios. «Es una película demasiado cristiana para cinéfilos y de arte y ensayo para los cristianos», confesaba a través del teléfono a ABC en un parón del rodaje que está llevando a cabo ahora mismo en Estados Unidos.

Padre e hijo

Rodrígo García, hijo de Gabriel García Márquez, narra el encuentro de Jesús con una familia en sus «Últimos días en el desierto»

La película tiene cuatro personajes principales: Jesús y Dios , y el padre e hijo que Ewan McGregor se encuentra en el final de los cuarenta días por el desierto. La relación filial es algo que no se puede obviar en Rodrigo García, hijo del premio Nobel Gabriel García Márquez. Pero la película no trata de eso. O al menos no así. «No buscaba hacer una metáfora al crear esa relación padre e hijo entre la de Jesús y Dios. No era esa mi intención». ¿Y del resto? «Jesús se ve predestinado a participar en la vida de ese padre y ese niño. El pequeño quiere hacer un camino bien diferente del que quiere para él el padre. Una vida diferente de la que siempre ha tenido el padre ».

Para el espectador católico hay un elemento provocador en « Últimos días en el desierto ». Es el diablo. Y no porque trata de tentar a Jesús (algo conocido por todos), sino por una decisión autorial del director: «Poner al diablo con el mismo aspecto que a Jesús fue una decisión tomada después de concebir la historia. Cuando empecé a trabajar en la historia no incluía a la madre de la familia que se encuentra en el desierto ( Ayelet Zurer ) ni al propio diablo. Una vez empecé a trabajar en el guión, me interesaba para la película que el diablo se le apareciera en su propia imagen a Jesús. Y ahí el personaje que crea Ewan McGregor es muy interesante, porque a nivel visual apenas cambiaba. Creo que era una pulsera y algo más de vestuario lo que le diferenciaba, el resto fue todo Ewan Mcgregor ».

El peso de Dios

Los 90 minutos de película recaen en los hombros de un actor que tuvo que dejarse un poco de vida –y bastantes kilos de peso– para meterse en el papel un «peregrino que ha pasado 40 días de ayuno en el desierto» . «Ewan McGregor se involucró mucho desde el principio. Se lo comenté mucho antes de que empezara el proyecto y le apasionó la idea. Era para él todo un reto tener que dar vida al hijo más famoso de todos los tiempos». Otra vez los hijos y la fama. Pero, ¿cómo se mete el director de cintas como « Cosas que diría con sólo mirarla » o «»? «Hacer esta película fue como una locura. La historia me atrapó. Comencé a escribirla y planteé que el Jesús que salía tras 40 días en el desierto no estaba preparado y se enmaraña en la historia de un padre y un hijo en la que tiene que mediar».

Rodrigo García no se considera un cristiano practicante: «Yo no soy devoto. Me crié en un ambiente católico y conozco los códigos»

A diferencia de Mel Gibson (que sigue la rama del Catolicismo tradicionalista, contraria al Concilio Vaticano II) Rodrigo García no se considera un cristiano practicante: «Yo no soy devoto. Me crié en un ambiente católico y conozco los códigos del cristianismo». No fue, por tanto, la fe la que le llevó a plantear la película: «La historia de Jesús en el desierto, con las tentaciones y el viaje por un lugar como un desierto es muy evocadora, tiene mucha fuerza, te atrapa. A mí me atrapó », sentencia.

Tampoco comparte con el director estadounidense la necesidad de rodar en arameo o en latín para dar veracidad a la historia. «No creo que la decisión de rodar en inglés saque a nadie de la película. Al fin y al cabo hay que elegir un idioma, y hoy en día a la hora de rodar una película el idioma más universal es el inglés ».

Ewan McGregor en una escena de «Últimos días en el desierto»

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación