Margot Robbie, protagonista de 'Babylon': «El paso del cine mudo al sonoro provocó miles de suicidios»
La actriz viaja a los años 20 de mano de Damien Chazelle (‘La La Land’) y Brad Pitt para contar el frenesí y la locura que se vivió en los inicios de la industria
Crítica de 'Babylon'
Margot Robbie, protagonista de 'Babylon'
Los años veinte rugieron como pocos, pero en la pantalla permanecieron en silencio hasta el estreno de ‘ El cantor de Jazz ’, en 1927. El clásico de Al Jolson comenzó la era de las películas sonoras, una transformación épica que requirió que los estudios ... remodelaran los escenarios para incorporar el sonido, revisaran los protocolos de conducta establecidos para el elenco y reevaluaran qué tipo de material funcionaba mejor con la nueva tecnología. Esta agitación dentro de la industria sirve de telón de fondo de la delirante versión de Damien Chazelle sobre este período, ‘ Babylon ’, donde cuenta la historia de un puñado de personajes que intentan navegar la complicada transición que acabó con algunas de las mejores carreras de Hollywood. Brad Pitt interpreta a Jack Conrad, una estrella alcohólica y un mujeriego, un personaje basado en el actor John Gilbert;y Margot Robbie da vida a Nellie LaRoy, una chica talentosa que arrasa en Hollywood. Su papel se inspira en Clara Bow, una joven estrella vivaz que construyó su reputación interpretando a chicas malas y que luchó por ser relevante en la década de 1920. En Babylon, a su personaje le dan tres instrucciones: «Coquetea con los hombres, baila y súbete a la mesa».
—Hollywood era el salvaje oeste en los años 20...
—Era una industria sin un código de conducta. ‘Babylon’ es la carta de amor del director Damien Chazelle al viejo Hollywood y se inspiró en una de las épocas más sombrías del cine. Se dio cuenta de que el paso del cine mudo al sonoro provocó miles de suicidios y muertes por sobredosis. Fue un momento diferente en cuanto a lo que era aceptable, para bien o para mal, las cosas han cambiado.
—Usted ha triunfado en Hollywood, ¿Es tan alto el precio del éxito?
—Puedo identificarme con la ilusión de mi personaje, Nellie, por triunfar: ella salta al vacío porque no tiene nada que perder y a nadie a quien recurrir. Yo me sentí así cuando vine a Estados Unidos. Pensé: «Tengo que conseguir triunfar porque no tengo billete de vuelta». Necesitaba que algo pasara.
—¿Es cierto que estuvo dos semanas de fiesta preparando el personaje?
—En la película hay varias escenas rodadas con bailarines profesionales que son muy amigos míos, decidimos no detener la secuencia y seguir la fiesta que estábamos filmando. Era importante tener un ambiente de fiesta durante toda la película. El campamento base se convirtió en una fiesta continua a la que invitaba a mis amigos. Mi objetivo era crear la realidad del personaje en cada momento de su vida.
—El Hollywood de ‘Babylon’ parece muy difícil de sobrevivir...
—Por eso fue un periodo tan trágico. Fue una transformación dentro de la industria. La gente estaba todavía descubriendo que estaba sucediendo. No había ningún tipo de reglas... En un momento dado las películas se convirtieron en un negocio rentable y se establecieron códigos de conducta morales, empujando a la gente que estaba de inició hacia los márgenes.
—En ‘Erase una vez en Hollywood’ también se cuenta un periodo de la historia en la industria. ¿Parece sentir nostalgia de otro tiempo?
—Me gusta retratar la historia del cine. Estoy enamorada de mi profesión. Creo que ‘Erase una vez en Hollywood’ habla más sobre el Hollywood de 1969. También hubo un cambio profundo en la industria tras el asesinato de Sharon Tate, pero fue una transformación cultural y lo que siguió en los años 70 fue una nueva era en el cine. Sin embargo, diría que la transformación de la industria que representa Babylon fue mucho más importante a nivel técnico.
Brad Pitt y Diego Calva en 'Babylon'
—¿Son muy distintos Quentin Tarantino y Damien Chazelle?
—Ambos son cinéfilos empedernidos. A los dos les encanta el cine, hablar de películas. Ambos son excepcionalmente talentosos, ambos son autores. Diría que tienen más en común que diferencias. Cada director con el que trabajo tiene su estilo, su proceso, eso es, son las pequeñas cosas, sus procesos durante el rodaje lo que los distingue. Pero para ser honesta, como amantes del cine y como realizadores tienen muchísimas cosas en común.
—Usted es una de las actrices más solicitadas del momento,
—Ni yo misma me lo creo. Mi sueño era actuar con los mejores cineastas de la industria y lo he conseguido. Tengo la suerte de ir de un rodaje a otro, trabajando con artistas sensacionales, no me refiero solo a los directores o a los productores, sino a todo el equipo. Tengo mucha suerte, estoy en una posición en la que aprendo de los mejores.
—¿Quiere seguir trabajando a este ritmo?
—Quiero diversificarme. Siempre estoy buscando personajes que no se parecen a los que ya he interpretado. Soy muy consciente que todavía tengo que convencer a mucha gente para que me contraten. Recuerdo que, para el papel en el filme el Lobo de Wall Street, tuve que pelear como león para convencer a mucha gente que se negaba a contratarme porque no me veían en el personaje. Fue más difícil lograr ese rol pequeño que otros que me han dado en películas más grandes. Los directores sienten miedo a la hora de ofrecerte la oportunidad de un personaje en el que nunca te han visto. Una vez que logras triunfar, es importante cambiar de registro y volver a empezar. Ese es el verdadero reto de cualquier actor.
—Usted viaja y rueda por todo el mundo, ¿Ha estado recientemente en España?
—Voy muchísimo. Amo España, cualquier oportunidad que tengo de ir a España, voy. De hecho, estoy aprendiendo a hablar español.
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