Hitler, el gran dictador al que el cine convirtió en parodia
«Jojo Rabbit», nominada a mejor película en los Oscar 2020, continúa por el camino que abrió Charles Chaplin de caricaturizar al Führer
![Bruno Ganz interpretó a Hitler en «El hundimiento». La escena más visceral del filme es hoy un «meme» en la Red](https://s2.abcstatics.com/media/play/2020/01/16/hundimiento-hitler-k4zH--1248x698@abc.jpg)
Solo un genio como Charles Chaplin es capaz de quitar una variable de la fórmula de la comedia -esa que dice que es tragedia más tiempo- y que el resultado se mantenga invariable. En pleno horror del nazismo, el británico se sacó del bombín « El gran dictador » para bombardear el aura de invencibles que tenían los alemanes. Ante tal afrenta, Joseph Goebbels se dejó de teorías matemáticas - una mentira repetida mil veces... - y se pasó al insulto: « Chaplin es un pequeño judío despreciable », dijo el jefe de propaganda de Hitler, sabedor del poder de las imágenes para mitificar o hundir la reputación de cualquiera, incluido el mismísimo Führer.
Otro cineasta cuyo talento se escapaba del corsé de los establecido, Ernst Lubitsch, apostó por no dejar que el tiempo pasara para parodiar el régimen nazi en «Ser o no ser». En el momento más duro de la guerra, cualquier caricatura del enemigo que entretuviera a la retaguardia era bienvenido. Porque dejar pasar el tiempo solo es útil en los tiempos de paz.
Dicen que la fórmula la pronunció por primera vez el cómico Lenny Bruce. Dijo algo así como «sátira es tragedia más tiempo». Después fue Woody Allen quien la puso en boca de una de las protagonistas de « Delitos y faltas ». Y como a veces las cosas más serias de la vida se echan en cara con ironía, el cine se ha acercado a lo peor de la II Guerra Mundial rebajando el dolor con algo de humor. Así, sería imposible imaginar «La gran evasión» (1963) sin las muecas y los desaires de Steve McQueen a los guardias nazis.
![Taika Waititi escribe, dirige y protagoniza «Jojo Rabbit»](https://s3.abcstatics.com/media/play/2020/01/16/jojo-rabbit-k4zH--510x349@abc.jpg)
Porque cuanto más tiempo pase, más se filtra ese carácter en el recuerdo. Hasta el punto de que la película más comercial de 1981, « En busca del arca perdida », dibujaba a los nazis como una caricatura de torpes villanos. Y Spielberg no dirigió una comedia, como tampoco lo hizo en 2009 Quentin Tarantino con « Malditos bastardos », donde hasta su temible coronel Hans Landa tenía algo de parodia .
Ahora, el neozelandés Taika Waititi ha dirigido «Jojo Rabbit», que acumula seis nominaciones a los Oscar 2020, incluyendo mejor película. «Charlie Chaplin rodó "El gran dictador" en 1938. Si entonces no fue demasiado pronto, tampoco lo es ahora», justificó su filme en una entrevista con ABC . «La comedia nos hace reír, es una herramienta contra el fanatismo, los regímenes y los dictadores. Es importante desarmarles con el humor. La comedia, hoy más que nunca, es necesaria, sobre todo si es sofisticada», sentenció.
Extirpar el dolor
En Alemania ha hecho falta más tiempo. «Mein Führer» (2007) imaginaba a un patético Hitler en la intimidad, y «Ha vuelto» (2005, adaptación de la novela de Timur Vermes) se reía de un hipotético regreso de Hitler a nuestros días.
En los tiempos modernos, a falta de Chaplin, los memes han remplazado a todo lo demás. Y no hay mayor escena que desdramatice el horror del nazismo que la de «El hundimiento» a la que cualquiera le puede cambiar los subtítulos para ver cómo el Führer se lamenta desde la derrota de un equipo de fútbol hasta de las últimas elecciones. Y eso que solo «Padre de familia» con sus «cosas nazis» se ha reído ese ridículo bigote.
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