La gran adicción de Jonathan Rhys-Meyers: «Cuando bebo, las consecuencias son devastadoras»
El actor de la serie «Vikingos» y «Match Point» fue arrestado a principios de mes por las autoridades en Los Ángeles, «borracho» tras un «violento» enfrentamiento con su mujer, la también actriz Mara Lane

El intérprete Jonathan Rhys-Meyers no termina de levantar cabeza. Ganador del Globo de Oro en 2005 por interpretar a Elvis Presley en la miniserie «Elvis» y nominado al galardón en dos ocasiones por la ficción «Los Tudor», parecía que la carrera del actor había repuntado en los últimos años gracias a su incorporación a la exitosa serie «Vikingos», donde intepreta al Obispo Heahmund, así como a la ficción «Drácula» (en la que interpretaba al mismo Dracula) y a películas como la próxima «Holy Lands».
Sin embargo, no copa los titulares por su talento interpretativo, sino por sus problemas con el alcohol, aunque niega que se trate de una «adicción». A principios de mes el actor de «Match Point» fue arrestado por las autoridades en Los Ángeles, «borracho» tras un «violento» enfrentamiento con su mujer, la también actriz Mara Lane, mientras que hace años fue fotografiado y grabado en un estado un tanto alarmante por las calles de Londres, botella de vodka bajo el brazo incluida.
«No sufro de alcoholismo, sino de alergia al alcohol cada vez que bebo. Una vez que paro, no vuelvo a sentir ganas de beber, no pienso en eso (...) No significa que el problema sea menor, solo es que tengo una versión diferente de lo que la gente piensa. Cuando bebo, las consecuencias son tan devastadoras que demuestran que tengo un problema . Pero nunca necesito un trago, no es algo que anhele, que desee o que sienta que necesite»
En una entrevista para aclarar el incidente de Los Ángeles, Rhys-Meyers aseguró que pidió, «estupidamente», una bebida. Y todo se desbocó. «Me puse algo nervioso después de toda la odisea que habíamos vivido en el aeropuerto y me dio por sacar un cigarrillo electrónico. El personal del vuelo me comentó que estaba prohibido y lo desconecté. Después hablé con la policía de Los Ángeles tan pronto como pisamo tierra y debo decir que fueron con nosotros muy amables y respetuosos en todo momento. Me disculpé por mi comportamiento y ese es el fin de la historia».
También habló sobre la recaída que tuvo a finales de 2017, después de haber perdido al hijo que esperaba junto a su mujer, y por la increíble presión mediática a la que un actor como él se ve expuesto a diario. «La mayor parte de las veces lo gestiono bien pero, como todo el mundo, también cometo errores de vez en cuando. Hay que tener en cuenta que estar bajo el continuo escrutinio público es diferente a ser una persona desconocida. Llevo 25 años en la profesión y la sociedad ha cambiado enormemente desde que me convertí en actor. Es muy difícil estar a solas en este sentido», aseguró.
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