Festival de San Sebastián
‘Suro’ insiste en lo rural como plató del nuevo cine español
Vicky Luengo y Pol López interpretan la opera prima del director Mikel Gurrea

Otra estimable película española, además la primera que hace su director, Mikel Gurrea , ha saltado a la arena de la competición y ha presentado sus credenciales para optar a la Concha de Oro. Se titula ‘Suro’ y comparte algunas de las tendencias ambientales y argumentales con la última moda del mejor cine español, certificada en títulos como ‘ Alcarrás ’, ‘As bestas’, ‘La casa entre los cactus’ y varios más, y que consiste en llevarse la historia a lo rural, poner el acento en la familia y la pareja sostenible, que se hable de la recolección de melocotones o, como en este caso, del corcho de los alcornoques y afrontar unos conflictos medioambientales o sociales que sirvan como excusa para un género, el contemplativo en el caso de ‘Alcarrás’ y el thriller angustioso en el caso de ‘As Bestas’ y, en cierto modo, de ‘Suro’.
‘Suro’ presenta bien a sus protagonistas, una pareja que se traslada al campo, a una casa rodeada de un bosque de alcornoques a los que hay que pelarles la corteza, lo que propicia interés visual e información (¿qué sabe usted del afeitado del alcornoque?); rápidamente se exponen los problemas, los conflictos y las circunstancias del entorno, en el que hay trabajadores del pueblo y los temporeros inmigrantes. Al tiempo que los conflictos laborales o sociales, están los psicológicos de adaptación de la pareja, tan solidaria, ecológica y sensible que en seguida encuentran puntos de fricción entre ellos y con las costumbres laborales y de trato de los lugareños.
El director, Mikel Gurrea , busca una atmósfera adecuada para contar su historia, y aún en la presentación y en las primeras lazadas del nudo le procura a su pantalla una sensación de que algo va a pasar, mediante la cámara astuta, el manejo de poder y prejuicios entre los personajes y el hecho, nunca inocente, de que la mujer esté embarazada. Se espera, pues, la explosión de los acontecimientos, que no hurgan tanto en la violencia o salvajismo de ‘As bestas’ como en las profundas contradicciones de los personajes; es decir, que aunque hay acción y mal rollo, apunta más a los principios (tengo otros) que esgrimían sus personajes. El resultado es interesante, y está muy bien interpretado por Vicky Luengo y Pol López , que saben moverse ambos en ese terreno de lo escurridizo y lo inquietante.
Juliette Binoche
Hubo otros dos títulos en competición, la francesa ‘Le lycéen' ('Winter boy'), de Christophe Honoré , y la italo checa ‘Il boemo’, de Petr Vaclav , aunque ninguna de ellas daba para llenar un dedal. La francesa es muy interesante para todos aquellos a los que les gustan las películas pretenciosas y con una voz en 'off' que dice frases para llevar un traje ignífugo. El protagonista es un joven al que se le acaba de morir el padre, tiene una madre que es Juliette Binoche compungida y maternal, un hermano mayor poco potable y una sensibilidad confusa y herida por su relación consigo mismo, es homosexual, rebelde tal y como dicta su edad, y cuenta (en ‘off’) un montón de intimidades, no todas interesantes. La película es puro dolor, abrazos, llantos y momentos estelares, y no es que canse, es que agota.
‘Il boemo’ es un retrato biográfico del músico checo Josef Myslivecek , afamado compositor de óperas y, por lo que se ve en la película, un casanova impresionante que se pulía a todo lo que le pasaba cerca. Empieza la historia con él, desfigurado y arruinado, muriéndose de sífilis, y un recurrente flashback a su vida. Todo académico y lioso, pero con un gran momento: cuando conoce al niño Mozart, que es espectacular y que te hace pensar que deberías estar viendo ‘Amadeus’.
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