El cine en español se conjura en Madrid para apoyar sus «Oscar»

Fernando Muñoz

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05/04/2017
Actualizado a las 02:01h.

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Lo que el cine ha unido, que no lo separe el IVA. Ayer, el mundo de la política y la industria del séptimo arte se reunió en el pabellón de cristal del Ayuntamiento de Madrid para la presentación de los Premios Platino y consensuar que, cuando de cultura se trata, la ideología queda en un segundo plano. Así lo expresó Marta Rivera de la Cruz, presidenta de la Comisión de Cultura del Congreso y diputada de Ciudadanos, para la que «la cultura no debe tener colores políticos» . Unas palabras que ratificó Fernando Benzo, secretario de Estado, que anunció que el Ministerio está trabajando en ayudas para mejorar la distribución del cine en español .

Idioma y Cultura fueron las palabras más repetidas en la presentación de los premios del cine Iberoamericano, que aspiran a ser los Oscars de una región con un mercado potencial de 300 millones de personas. El español es la herramienta para abrir una caja fuerte en la que entraron, gracias a la gala del año pasado, más de 41 millones de euros según los cálculos más conservadores, y donde se exhibieron más de 800 películas de 23 países. Y es que la cultura en general y el cine en particular, además de hacer que el público «crezca y sueñe», es una «industria con una capacidad muy alta de crecimiento económico y que genera empleo de calidad », en palabras de Rivera.

Detrás de las palabras, lo que ayer se anunciaba era una fiesta: la del cine en español. El 22 de julio, la Caja Mágica de Madrid acogerá la IV edición de los Premios Platino , una gala por la que desfilarán hasta 500 invitados de todo el espacio común y en la que España acumula 59 candidaturas para la nominación. Las cintas españolas con más aspiraciones, «Un monstruo viene a verme», de J. A. Bayona; «El hombre de las mil caras», de Alberto Rodríguez; «Julieta», de Pedro Almodóvar, y «Tarde para la ira», de Raúl Arévalo, tendrán que competir con las favoritas del cono sur: las chilenas «Neruda», de Pablo Larraín, y «Rara», de Pepa San Martín; «Desde allá», del venezolano Lorenzo Vigas; la argentina «El ciudadano ilustre», de Mariano Cohn y Gastón Duprat; la mexicana «Las elegidas»; la brasileña «Boi neon», de Gabriel Mascaro; y «El acompañante», del cubano Pavel Giroud. Pero las nacionalidades no importan, no al menos en un grupo «donde se sueña y se ríe en el mismo idioma» . «Queremos un sector sin muros, fronteras ni barreras», dijo Enrique Cerezo, presidente de Egeda, el principal impulsor de los premios.

No hubo grandes cineastas en el acto, teniendo en cuenta que los Platino ya premiaron a nombres como Antonio Banderas, Sonia Braga o Ricardo Darín. No asistió la presidenta de la Academia, Yvonne Blake, y la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se marchó tras su discurso de apertura. Sí que estuvieron Óscar Graefenhain, director del ICAA, y diputados como Pablo Casado o Félix Álvarez. Había casi más representantes institucionales apoyando el evento que estrellas, algunas de las cuales intervinieron a través de vídeo, como Sofía Vergara, que emplazó a todos los amantes del cine en español a visitar Madrid el próximo 22 de julio.