Alejandro Amenábar: «José Luis Cuerda fue mi segundo padre»
«No habría escrito "Tesis" cuando estaba todavía en la universidad de no ser por él», relata en este homenaje al cineasta
![Alejandro Amenábar junto a José Luis Cuerda durante la presentación de «Los otros»](https://s3.abcstatics.com/media/play/2020/02/05/amenabar-jose-luis-cuerda-kiaE--1248x698@abc.jpg)
Tenía una enorme lucidez, capaz de bordar historias como «El bosque animado» o «Los girasoles ciegos», pero será recordado por su sentido del humor y por el género en sí mismo que es «Amanece que no es poco» . Lo extraño de esa lucidez es que fuera capaz de ponerse a ras de suelo para hablar de las cosas más trascendentes. Todo lo hacía desde una llaneza que nos permitía disfrutar mucho a su lado. Yo recuerdo sobre todo su risa, recuerdo reírme muchísimo con él, desde el primer día que le conocí.
No sé qué vio en mí . Conocía uno de mis cortometrajes y tuvo la deferencia de llamarme a mi casa y me invitó a visitar un rodaje. No se me ocurrió otra cosa mejor que sentarme en su silla, la del director. Y me miró y me dijo: «Sal inmediatamente de ahí». A partir de entonces comenzamos a vernos. Para mí era nada menos que José Luis Cuerda, que de vez en cuando quería hablar conmigo. Él me animó a escribir un guion tan pronto, porque yo no había empezado. No habría escrito «Tesis» cuando estaba todavía en la universidad de no ser por él y ni siquiera me lo dijo porque quisiera producirlo.
Me pidió que se lo entregara a una productora. Cuando esas puertas se me cerraron se lo entregué y decidió convertirse en productor . Pero la sensación que tengo es que fue todo casi improvisado. Me lo comunicó con una frase elaborada. Dijo: «¿A ti te gustaría que yo viera la posibilidad de intentar producir la película...?» Le dio muchas vueltas. Para mí ese fue el auténtico premio . Emprendimos un viaje. Era un tipo muy brillante que tenía muchos resortes y la película se produjo como se tenía que hacer. Yo siento que no nos faltó de nada. Y también le agradezco mucho que siendo tan diferentes tuvo la suficiente lucidez para no dar muchos consejos, tres o cuatro, y –eso sí– rodearme de gente muy experimentada que tenía que darme alas.
Dejamos de volar juntos a partir de «Mar Adentro» , cuando yo asumí la función de productor con Fernando Bovaira. Hasta «Los otros», que fue una experiencia nueva y difícil para todos, yo le recuerdo en el despacho del estudio de rodaje donde iba a verle para buscar consuelo. Porque para mí José Luis tenía esa función, era un poco mi segundo padre y me ha ayudado en todo momento.
Estoy seguro de que tener al lado a alguien como él me ha ayudado a ver las cosas con muchísima distancia. Era un auténtico azote de tod o lo que tuviera que ver con la vanidad o con la arrogancia de la fama . Se reía mucho de eso. Te hacía vivir el éxito o la celebridad con mucha distancia. Siempre dijo que iba a poner un cartel en la entrada de su casa que dijera: «La familia Cuerda agradecida a Alejandro Amenábar». Hace tres semanas comí con él por última vez . Ya estaba muy delicado. A pesar de todo, no perdía la chispa. Su humor es lo que más voy a echar de menos. Era un tipo honesto, brillante, pero yo sobre todo le voy a recordar por el humor. Me he reído muchísimo con él. Que no es poco.
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