El rostro de «El Hobbit»
Martin Freeman, un actor inglés semidesconocido para el público español, será Bilbo Bolsón en la versión cinematográfica

Por fin se desveló una de las grandes incógnitas de los últimos tiempos para los millones de fans de las obras de J. R. R. Tolkien. Martin Freeman, un actor inglés semidesconocido para el público español, será Bilbo Bolsón en la versión cinematográfica de "El Hobbit", según ha comunicado Peter Jackson.
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El director neozelandés que culminó la misión imposible de adaptar "El Señor de los Anillos" a la gran pantalla considera que Freeman "ha nacido para dar vida a Bilbo. Es inteligente, divertido, sorprendente y valiente. Es exactamente igual que su personaje". El actor, que ha tenido pequeños papeles en películas como "Love Actually" o "Arma Fatal", es un rostro popular en la televisión británica por su participación en series como "The Office", "The Robinsons" o "Sherlock", donde interpreta al doctor Watson. Se cierran así meses de especulaciones en los que se barajaron los nombres de James McAvoy, el protagonista de "Expiación", y hasta de Ian Holm, que daba vida a Bilbo en la célebre trilogía.
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Jackson también reveló que Richard Armitage, otro clásico en la tele británica, será Thorin Escudo de Roble, el jefe de la tropa de enanos que acompaña a Bilbo y Gandalf en su viaje a la Montaña Solitaria para robar el tesoro del dragón Smaug. A Armitage, que ha participado en la última serie sobre Robin Hood, lo veremos pronto en otra superprodución basada en uno de los grandes superhéroes del cómic, el Capitán América. Se espera que Jackson confirme el regreso a sus personajes de Ian McKellen (Gandalf), Andy Serkis (Gollum), Hugo Weaving (Elrond) y Cate Blanchett (Galadriel). La primera de las dos películas previstas se estrenará en las Navidades de 2012.
El rodaje debería empezar a principios de 2011 en Nueva Zelanda si se resuelve el conflicto que mantiene el sindicato de actores locales con la productora; en caso contrario, el proyecto podría acabar en el Reino Unido, en concreto en las instalaciones donde se rodó la saga de Harry Potter. Esta amenaza ha obligado al gobierno neozelandés a mover ficha: estudia introducir cambios en la legislación laboral en su intento por convencer a Warner Bros. para que mantenga el plan inicial. El primer ministro, John Key, se muestra dispuesto a modificar las leyes para clarificar la situación de los empleados locales, que dependerían de contratistas independientes y no de la Warner, con lo que ya no tendrían derecho a los beneficios que reclaman los sindicatos. Los directivos de la productora quieren estar seguros de que pueden hacer las películas sin que después les demanden en los tribunales. La industria del cine genera cada año 2.300 millones de dólares (1.652 millones de euros) en Nueva Zelanda.
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