Festival de Cannes: 'El segundo acto' de Quentin Dupieux para una apertura napoleónica
La tradición de la gran polémica anual ha venido en esta edición con las denuncias por agresión sexual
Comienza el Festival de Cannes con el mundo pendiente de Coppola y su 'Megalópolis'
El cineasta Mohammad Rasoulof, condenado a prisión, pide apoyo internacional tras huir de Irán
Alain Sarde, 'rey' del Festival de Cannes, acusado de violador y agresor sexual
![Lea Seydoux, protagonista de 'Le deuxième acte', en la alfombra roja](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/05/14/Cannes0-RgDXUre8PPYA5P1AKUI3JXP-1200x840@diario_abc.jpg)
Como es tradición, ni la lluvia se resigna a no aparecer en la jornada inaugural del Festival de Cine de Cannes, y se pueden contar por chaparrones sus ceremonias de apertura. La lluvia es una tradición para el primer día de este festival, y ... también otro puñado de noticias que dan la impresión de que algo tremendo se cierne sobre la celebración, algo nunca visto, algo que devorará el interés del festival los próximos días y que, al contrario, serán devorados por él y por las películas que se irán viendo.
De las tradiciones, la de la lluvia pareció tímida a lo largo de las horas previas a la ceremonia de gala, pero la de la gran polémica anual, que en esta edición ha venido con las denuncias por agresión sexual y la amenaza de revelar nombres célebres de acosadores, seguro que da para más de una conversación entre peli y peli. También suele ser costumbre, y desgraciada, que algún director iraní sea apresado y vilipendiado, y este año le había tocado a Mohammad Rasoulof, condenado a cinco años de cárcel y las inevitables raciones de latigazos; afortunadamente, la noticia es que ha podido escapar de su país y estará aquí con su película 'The seedof the sacred fig'. Y luego, nunca falta el colorido de alguna amenaza de huelga (por ahora, ni rastro) y algún toque exótico, que este año es el cruzado mágico de la antorcha olímpica por los ambientes del festival que, con la lluvia, vaya usted a saber.
Solo cine
En el apartado 'películas' le tocaba el turno de inaugurar a la francesa 'Le deuxième acte' ('El segundo acto'), del director Quentin Dupieux, con una fama bien ganada de mentalmente disperso gracias a títulos como 'Fumar provoca tos' o la reciente 'Daaaaaaalí!'. Con 'El segundo acto' tenía completamente ganado este primer acto del Cannes 2024; primero, porque sus protagonistas son lo máximo del cine francés -Léa Seydoux, Louis Garrel, Vincent Lindon y Raphael Quenard-, y después, porque era una completa chaladura pero llena de intención y de burla al estado de la realidad, al estado de la ficción y al estado del mundo, con varios acentos muy, muy agudos sobre la 'cancelación', la variedad sexual, el prurito de los actores y esa inteligencia tan artificial que suele reinar en los rodajes.
![Meryl Streep](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/05/14/Meryl0-U26836222058oTd-760x427@diario_abc.jpg)
Es un rodaje, o algunas partes son un rodaje y otras 'lo real', con una confusión que le puede resultar graciosa al personal y con unos enormes 'travellings' con los actores y sus diálogos para ir tirando ideas sobre ellos y sus personajes. No hay formalidad en el cine de Dupieux, y alarga algunos gags hasta que pierden fuerza (se va el gas y se va el gags), como el del extra nervioso que les tiene que servir vino, pero Dupieux siempre llega con algo inesperado, que sorprende en su modo de deshilachar lo razonable y que, con un poco de voluntad por parte de este lado de la pantalla, incluso puede resultar ingenioso y gracioso.
Napoleón
Y como aperitivo especial del primer menú, el Festival había preparado una proyección estimulante para abrir el apartado de Cannes Classics, 'Napoleón', de Abel Gance, en una versión restaurada por Georges Mourier, un trabajo gigantesco que recoge en tres horas y cuarenta minutos lo que será la primera parte de la obra integral que se presentará más adelante. Hay numerosas versiones y montajes (más de veinte) de la película que Abel Gance hizo en 1927, desde una de cuatro horas que se conoce como 'Versión Opera', a la que hizo posteriormente el director y que tiene más de siete horas de duración, que es sobre la que ha trabajado Mourier durante casi veinte años y con un material que tiene más que ver con la arqueología y la 'puzzleología' que con el mero trabajo de restauración. Tanto Mourier como muchos otros historiadores del cine consideran que esta película de hace ya un siglo abrió de par en par las puertas de un lenguaje cinematográfico que ha guiado a los más grandes cineastas, entre ellos, precisamente, Francis Ford Coppola, auténtico 'napoleófilo', que compró los derechos de la película de Abel Gance y que le encargó una impresionante banda sonora a su padre, el compositor Carmine Coppola.
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