'Dahomey', el documental sobre el arte expoliado, se alza con el Oso de Oro en la Berlinale
Nelson Carlos de los Santos gana el Oso de Plata con 'Pepe' en una edición en la que el español cobró más protagonismo del esperado
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![Mati Diop, directora de 'Dahomey', alza el Oso de Oro](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/02/25/mati-R6I1Ze2XotaDeZVWHq1tWiK-1200x840@diario_abc.jpg)
El documental 'Dahomey', de la directora francosenegalesa Mati Diop, que narra la restitución a Benín de 26 obras saqueadas por las tropas coloniales francesas en 1892, ha sido galardonado con el Oso de Oro de la Berlinale, en una edición en la que el español cobró mayor protagonismo del esperado. El dominicano Nelson Carlos de los Santos Arias obtuvo el Oso de Plata en la categoría de Mejor Director por la película 'Pepe', la emigmática coproducción de República Dominicana, Namibia, Alemania y Francia que invoca al fantasma de un hipopótamo que perteneció al capo colombiano de la droga Pablo Escobar, y la española-peruana-suiza Klaudia Reynicke se hizo con la sección Generation KPlus con su película 'Reinas'.
Por lo demás, el rumanoestadounidense Sebastian Stan recibió el premio a la mejor actuación principal por su interpretación en 'A Different Man'; el gran galardón del jurado recayó en un asiduo al certamen, el director surcoreano Hong Sang-soo, por la cinta 'A Traveller's Needs', en la que participa la francesa Isabelle Huppert, que cuenta la historia de Iris, una mujer mayor que improvisa como profesora de francés en Corea del Sur y se aficiona al alcohol; y la película 'L'Empire', del francés Bruno Dumont, obtuvo el premio del jurado.
La gala de clausura, por otra parte, que pretendía que «el sufrimiento de todos se haga notar», falló en su objetivo y volvió a dejar claro que el sector cultural berlinés es incapaz de empatizar con el sufrimiento de los israelíes. El documental 'No Other Land' sobre Cisjordania fue utilizado tanto por el jurado como por el público para criticar a Israel. Basel Adra, uno de los realizadores, denunció que «decenas de miles de mi pueblo están siendo asesinados en Gaza» y pidió un alto el fuego, a lo que siguió un estruendoso aplauso.
Solamente al principio, la directora general de la Berlinale, Mariette Rissenbeek, mencionó en una frase a los rehenes israelíes que deberían ser liberados, sin mencionar a Hamás, seguido de un pasaje más largo sobre lo que Israel debe hacer por la paz. «La Berlinale se enorgullece de ser un festival de cine político. Sólo que no es seriamente político, es vergonzoso, inquietante y propagandístico», firmó su crítica sobre el evento el redactor jefe del diario berlinés 'Tagesspiegel', Christian Tretbar, que añadía que «la cultura necesita preguntarse seriamente cómo ve su papel, como parte de un movimiento activista o como lugar serio de diálogo. Si es esto último lo que sería deseable, al panorama todavía le queda un largo camino por recorrer».
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