Crítica de 'Vermiglio' (***): En medio de los Alpes y en medio de la guerra
Un filme sencillo que provoca gran curiosidad visual
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El lugar y el hogar son los dos conceptos esenciales de esta película de enorme belleza visual, situada en un pueblo de los Alpes italianos y en los estertores de la Segunda Guerra Mundial. El centro de operaciones de la cámara y del argumento es ... una familia llena de hijos que vive rodeada de humildad y sentido religioso; el padre es el maestro del pueblo y son sus propios hijos el grueso del alumnado. Hay precisa y humana descripción y a la directora, Maura Delpero, no se le escapan ni la preciosidad geográfica ni las relaciones y sentimientos de unos personajes a los que mira con calidez, probablemente porque tiene ella misma una conexión familiar con el lugar y el hogar.
El punto alto de la trama es la llegada de un joven, un siciliano desertor del ejército, y su implicación en la vida natural del pueblo, y con esa naturalidad surge una historia de amor entre él y la hija mayor de la familia, Lucía (Martina Scrinzi), actriz con más mirada que texto, y la historia se desarrolla entre sucesos rurales, diálogos sobre la guerra y sus consecuencias, la educación de hijos y pequeños dramas que adquieren consistencia entre el paisaje y la vida de los habitantes.
Un filme sencillo que provoca gran curiosidad visual (tiene momentos de imagen, de luz y paisaje, realmente conmovedores) y que tiene esa textura de fábula mientras pasan las estaciones del año y lo cotidiano y duro de la vida.