Crítica de 'The Apprentice. La historia de Trump' (**): Los materiales con los que se construyeron dos edificios
Ali Abbasi recoge al personaje aún tierno, con dinero pero sin mundo, y describe sus dos encuentros cruciales, con el abogado y conseguidor Roy Cohn y posteriormente con la que sería Ivanna Trump
![Crítica de 'The Apprentice. La historia de Trump' (**): Los materiales con los que se construyeron dos edificios](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/play/2024/10/10/apprentice-kuo-U6031765012731wH-1200x840@diario_abc.jpg)
Exactamente lo que dice el añadido en español al título original: es la historia de Donald Trump, pero cogida en sus inicios y soltada cuando llega a la cima de su personalidad y poco antes de que también lo haga a la cima del mundo. ... Lo más curioso es que esta aproximación biográfica y pasablemente descriptiva de ambiente, vida y 'obra' la haga un director de cine iraní y nacionalizado y afincado en Dinamarca, Ali Abbasi, que ha hecho películas tan buenas como 'Holy Spider' y tan desconcertantes como 'Border'.
Ali Abbasi recoge al personaje aún tierno, con dinero pero sin mundo, y describe sus dos encuentros cruciales, con el abogado y conseguidor Roy Cohn y posteriormente con la que sería Ivanna Trump; con la relación fascinante y tormentosa entre ellos y con la transformación que se aprecia paulatinamente en Trump construye Ali Abbasi su retrato, que, como es natural, está lleno de colorido y matices que no acabarán de gustar a los que solo aprecian la belleza de lo monocromático. De hecho, la figura del magnate y expresidente y de nuevo candidato puede resultar tan fascinante como despreciable, tan humana como inhumana.
Es su relación con Roy Cohn, un tipo listo, despiadado e influyente, la más jugosa y perversa de la película, y son los actores, Sebastian Stan (Trump) y Jeremy Strong (Cohn) los que le dan ese carácter equívoco e implacable al relato, que se sitúa en el Nueva York de los setenta y los ochenta, una ciudad en la que el personaje empieza a levantarse a sí mismo y a esa torre, la Trump Tower, monumental símbolo de su poderío y de más cosas.
La ambientación, la textura, música y diseño de época y especialmente el diseño del personaje están muy conseguidos, gracias en parte a la implicación de Sebastian Stan, que se apodera hasta de sus 'tics' y deja entrever muchos de sus pliegues; y a su lado, Jeremy Strong, muy creíble en su modo de recubrir a Roy Cohn de dureza, peligrosidad, y también de fragilidad y soledad. En fin, aunque apenas se ve al Trump que conocemos, o sospechamos, sí que deja un rastro por el que se puede seguir hasta él a través de su proceder con su amigo Cohn, su ámbito de influencia y su esposa Ivanna, que interpreta bien provista de encanto, listeza y furia Maria Bakalova.
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