Crítica de 'Historias' (**): Once relatos sobre las cosas que le pasan al corazón

Son lógicamente historias breves, que contienen más de pregunta que de respuesta y que coloca cada una de ellas un apuro, un compromiso, un ahogo, dilemas, situaciones salvables y situaciones insalvables. Esta diversidad y sus distintos modos de afrontar los problemas de vida, o de vida en común, convierte a la película en amena: no has digerido una historia y ya te asalta otra… De hecho, y es una habitual tentación del espectador, ninguna historia le facilita un remedio, sino que ha de ser él quien ponga su propio apósito al asunto.

Y esa gama de 'cuadros vitales' proporciona también una gran variedad de intérpretes e interpretaciones, todas ellas en un tono muy denso e intenso. Esa es quizá una pega del mosaico, que no haya ni un resquicio ni una voluta de aire para el sentido del humor, acaso lo más cercano sea la buena interpretación de Fernando Tejero en un papel muy serio y comprometido, o Eduardo Blanco, que destila simpatía. Pero la galería de actores es magnífica, aunque hay que destacar entre ellos a Juan Diego, su última visita a una pantalla de cine antes de su fallecimiento. Muy bien Maggie Civantos, Aura Garrido, Emilio Gutiérrez Caba y Luisa Gavasa en su enternecedor tramo, Manuel Morón y, en fin, todos. Es un buen y terapéutico masaje para saber cómo andan nuestras contracturas emocionales.