«Mank»: Vistazo a aquel Hollywood y al hombre que escribió el guion de «Ciudadano Kane»
La película dirigida por David Fincher se estrena este viernes en cines y en Netflix el 4 de diciembre
![Gary Oldman en «Mank»](https://s1.abcstatics.com/media/play/2020/11/19/mank-oldman-k6iC--1248x698@abc.jpg)
Bastaría saber quién la hace y sobre qué trata para intuir que esta película quedará tatuada en la historia del cine. La hace David Fincher, un cineasta cuyas huellas indelebles pueden seguirse en títulos como «Seven», «El club de la lucha», «El curioso caso ... de Benjamin Button», «Zodiac» …; y trata sobre un estado de ánimo, el del extinto Hollywood de los años treinta, y una autoría, la del guion de «Ciudadano Kane» , un debate abierto durante décadas sobre las dosis de progenitura que colocaron en él los que figuran como coguionistas, Herman Mankiewicz y Orson Welles.
Aunque el debate sigue y seguirá abierto, David Fincher coloca el punto de vista de la narración en Herman Mankiewicz, tanto para dibujar los ambientes políticos y creativos de aquel Hollywood, como para instalar en la cama de Mankiewicz, con él postrado en ella a causa de un accidente, todo el desarrollo y proceso de escritura de la historia de Charles Foster Kane , el «ciudadano» protagonista de la obra maestra que aludía sin nombrarlo al magnate de la Prensa William Randolph Hearst.
David Fincher parte para contar la historia de un guion escrito hace años por su padre, Jack Fincher, y elabora la narración en dos tiempos que se saludan y solapan, el «presente» del escritor entregado a la escritura y el pasado en píldoras de memoria sobre los años anteriores y su relación con el Estudio de la Metro, sus poderosos halcones (en especial, Louis B. Mayer o Irving Thalberg), el propio Hearst y su amante, Marion Davis, estrella del cine mudo y de significado muy, muy especial en lo que se contaba en «Ciudadano Kane» (aquel «rosebud» que interlineaba de significado la obra maestra de Welles era también el nombre que le daba Hearst a ciertas partes íntimas de Marion Davis).
Dónde pone más músculo narrativo y cinematográfico Fincher es en dejar una descripción nítida y precisa de su personaje central, el Mank del título, un hombre de gran cultura y que derramaba un sarcasmo corrosivo en sus salones adyacentes, hermano mayor de Joseph L. Mankiewicz , alcoholizado, deslenguado y con un descontrol absoluto en esa encrucijada en la que se encuentran el poder, la política y el talento creativo. Y a ello le ayuda la interpretación eufórica pero también afligida de un actor como Gary Oldman, tan capaz en lo heroico como brillante en lo malicioso. La ambientación en un memorable blanco y negro, sus luces y sombras, su juego de planificación y encuadres conversan en cierto modo con aquella que logró Welles (y Gregg Toland) en «Ciudadano Kane». También son memorables sus momentos de intimidad, intención y emoción, como los que reúnen a Mank con Marion Davis (interpretada con sutil listeza y descarada frivolidad por Amanda Seyfried) o los que vive desde su cama de escritura con sus ayudantes.
Memorable Fincher, que envuelve con recursos y destellos de modernidad una obra genialmente clásica. Y memorable esta película que bucea en aquel mundo babilónico y deslumbrante cuyo corolario se respira hoy tan a lo tonto, lo pequeño y sin bombona.
Ficha completa
Mank
![Mank](https://s1.abcstatics.com/media/play/2020/11/19/mank-poster-kcdG--300x400@abc.jpg)
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