Crítica de «Si yo fuera rico»: Millonario a lo tonto
El argumento no se para mucho a pensar, y todo son juergas, chistes y malentendidos alrededor del personaje que interpreta con cara de pobre Álex García

Álvaro Fernández Armero , que parecía que estaba a punto de inventarle otra pata a la comedia de los noventa con «Todo es mentira» o «Nada en la nevera», se fue acomodando luego a la labor y lenguaje serietelevisivo, por decirlo de algún modo.
Ahora presenta una película, una comedia, pero podría ser una «sitcom» de éxito, «Si yo fuera…», y cambiándole semanalmente el adjetivo (rico, pobre, listo, ingenuo, divertido, tristón…). El cruce de tramas es jugoso, el de una pareja en proceso de separación, pero a regañadientes, o sea, con algo más que querencia todavía, y el de un pobre diablo que se le caen encima un montón de millones y tiene que ocultárselo a su casi exmujer y a sus amigotes que no saben guardar un secreto.
El argumento no se para mucho a pensar , y todo son juergas, chistes y malentendidos alrededor del personaje que interpreta con cara de pobre Álex García, y sus diversos tropezones sentimentales con Alexandra Jiménez. Le ponen algo de sal al caldo la pareja de amigos, Adrián Lastra y Franky Martin, y tiene mucho mérito la gracia y la labor social que despliega Jordi Sánchez interpretando un papel insólito, el de ¡banquero bueno y sensible!, ¡a dónde va a llegar el cine español con esta lectura torticera de la actualidad! En fin, y lo asturiano en muy primer plano.
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