Crítica de 'Cry Macho': Gigantesco cine menor y lección de vida del viejo Clint Eastwood
La última película del maestro es un wéstern muy tardío, una película de carretera mal asfaltada y un thriller casi sin intriga ni disparos. No tiene nada y lo tiene todo

Un estudiante airado lanzó en Berkeley la proclama «No te fíes de nadie que haya cumplido los 30», cazada al vuelo por Bob Dylan . La generalización se ha quedado tan vieja como el propio activista y el trovador, ambos por encima de los ... 80, aunque Clint Eastwood los puede mirar por encima del hombro, triplicada ya la edad maldita. Como un junco doblado pero no quebrado por el tiempo, el cineasta se mantiene imponente a ambos lados de la cámara, al sorprendente ritmo de casi un título al año. En 'Cry Macho' incluso escribe y toca una de las canciones, 'Time lapse'. Quizá sea su técnica, mirar atrás con la profundidad de casi un siglo para captar a 24 fotogramas por segundo lo que para los mortales transcurre demasiado lento.
'Cry Macho' era un viejo proyecto de N. Richard Nash , que lleva más de dos décadas muerto. Harto de los portazos, escribió la novela, publicada en 1975. Ni con ayuda de las buenas críticas pudo revender el guion, que siguió dando vueltas hasta que Eastwood y el guionista Nick Schenk se pusieron serios. A este le debemos dos títulos del maestro. Recupera de 'Mula' el polvo de los caminos y revive el alma de 'Gran Torino', otra película de apariencia menor que se te metía dentro.
Clint da vida a Mike Milo, antigua estrella del rodeo. Su jefe le hace un encargo con trampa: traerle de México a su hijo pequeño. El guión es una excusa. Eastwood tenía cosas que decir y le valía casi cualquier género y argumento. 'Cry Macho' es un wéstern más que tardío, una película de carretera mal asfaltada y un thriller sin apenas intriga ni disparos. Como en las aventuras del Equipo A, no hay heridos ni muertos.
Eastwood ha pulido su cine y utiliza los elementos justos. Parece que no se mueve, pero es letal, como el maestro Shifu de 'Kung Fu Panda', como otra tortuga, Luis Suárez , cuando llega al área.
En 1993, Clint Eastwood nos regaló 'Un mundo perfecto', pero entonces dejó en manos de Kevin Costner la relación con el niño. Aquí es él quien sostiene un combate generacional con un chico que podría ser su bisnieto. El joven Eduardo Minett se gana el sueldo.
¿Eastwood feminista?
'Cry Macho' es una lección de vida y de sabiduría, casi un alegato feminista, aunque es más fácil imaginar a Clint llevando la pistola que la bandera de cualquier movimiento. La cinta es también una historia de amor entre otoñal e invernal, con una espléndida Natalia Traven . Incluso contiene uno de esos momentos 'de semáforo', pero a este autor, más maduro, tampoco le interesa desgarrar corazones bajo la lluvia de Madison y prefiere aliviar la intensidad dramática. Su estilo es cada vez más suave y fluido, como una columna del viejo Alcántara o una obra postrera de Renoir , padre o hijo.
Eastwood lo ha visto todo y comprende bien que no sabe nada. Ni siquiera lamenta inútilmente no haber sido más consciente de la estupidez que es hacerse el gallito, un animal que, por otro lado, tiene gran importancia en la trama. No veíamos uno tan brillante desde 'El coronel no tiene quien lo escriba'. Lo que nos recuerda que Eastwood y su guionista tampoco necesitan referencias cultas. Casi la única explícita es un chiste sobre el Dr. Dolittle . La película no pretende decir nada nuevo, pero se preocupa de no repetir lo viejo. Es una obra menor y barata, que en sus valles nos deja acurrucados y felices, como cuando te adormilabas de niño, y en sus mejores momentos pega un subidón. Conecta con la infancia y con la vejez, con todo lo que deja huella en el corazón.
El viejo Eastwood monta a caballo (aquí hay truco), se pelea, baila y se enamora, incluso chapurrea español. El coleccionista de críticas verá cómo le dan una o dos estrellas, probablemente justas, por la irregularidad y la modestia evidente de presupuesto, por su falta manifiesta no de ambición, pero sí de grandilocuencia. También se le pueden otorgar todas las del mundo, por la hondura de algunas escenas y de lo que cuenta.
Lamentaba el otro día Oti , con motivo de la muerte de Mario Camus , lo fácil que jubila España a sus grandes cineastas. Esperemos que Eastwood no caiga en desgracia ni lo 'cancelen' antes de tiempo. Y que si le da, nos deje alguna película más, pero este 'Cry Macho' sería una despedida excelente. Cuando era joven, Clint se conformaba con que le alegraran el día y resulta que él nos ha alegrado la vida entera. Vayan a ver la película como el niño que visita a su abuelo favorito. No esperen que se ponga a jugar al fútbol y disfruten de todo lo bueno, infalsificable, que les puede dar.
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