«Los exámenes» (***): El fácil relajo de los músculos de la moral
Cristian Mungiu hace un cine calculador en el que se mezclan retratos sometidos a la complejidad de dilemas morales que buscan más una impresión que una respuesta
Cristian Mungiu hace un cine calculador en el que se mezcla con mucha precisión de foco el paisaje exterior de Rumanía y el interior de sus personajes, ambos retratos sometidos a la complejidad de dilemas morales que buscan más una impresión que una respuesta .
Su película más conocida es «4 meses, 3 semanas y 2 días», con la cual ésta que estrena ahora, «Los exámenes», comparte dolor, drama y peso, aunque el dilema moral es otro .
La historia se centra en un médico instalado dentro del sistema de esa burbuja entre el antes y el ahora que es Rumanía, con una vida familiar desquiciada, sin presente ni futuro, pero que viene a desquiciar aún más el hecho de que su hija debe graduarse para irse a estudiar a Inglaterra, cosa que se complica debido a un traumatizante hecho callejero.
Mungiu, con su cine escueto, frío, abrumador y sugerente , viene a contar el efecto dilatador que una mentira, un acto torcido, consigue en los músculos de la moral del individuo, capaz de tapar un pequeño desvío con otro mayor, y éste con un favor, un intercambio y ya, sin resistencia, con una corrupción y todo el catálogo de coartadas personales que la justifican.
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