Crítica de 'El hijo': Una vida sin enchufe

Le falta la sutileza y fascinación de su película anterior, y también le sobra algún truco y alguna metáfora acuática algo endeble

Fotograma de 'El hijo', con Hugh Jackman y Laura Dern

02/03/2023 a las 18:35h.

Florian Zeller hizo en 2020 ‘El padre’, una primera película que sorprendió al mundo por su lucidísima mirada a la vejez y la confusión de realidad y desmemoria, con un gigantesco Anthony Hopkins , y ahora presenta ‘El hijo’, con apenas puntos de conexión y grandeza con aquella, con la excepción de una escena breve y soberbia, la única en la que aparece el magisterio de Hopkins y su fogonazo. Pero el foco está en otro sitio, en un hombre maduro, abogado de éxito, que recompone su vida junto a una joven mujer y su hijo recién nacido, mientras apechuga con los problemas de su otro hijo adolescente de su primer matrimonio.

Como en su anterior película, Zeller adapta esta de su propia pieza teatral; es decir, la pone en escena con un guion escrito junto a Christopher Hampton . El conflicto es enorme, pues el protagonista (el hijo) vive un terrible drama en el que confluyen la depresión, la mala edad, el rencor por la separación de sus padres y un horrible compuesto de tristeza e incomunicación capaz de empujarlo a cualquier abismo. Las tramas entre los personajes, aun siendo tan íntimas, están vistas desde fuera: los vemos, pero no entramos en ellos salvo por sus diálogos, el hombre con la exmujer, con la actual y, sobre todo, con su hijo, y por la capacidad interpretativa de los actores, muy intensos Hugh Jackman y el joven Zen McGrath, y en el plano sin más Laura Dern y Vanessa Kirby.

Naturalmente, busca que la emoción de ellos traspase y en ocasiones lo hace, pues los dilemas son gordos, pero le falta la sutileza y fascinación de su película anterior, y también le sobra algún truco y alguna metáfora acuática algo endeble. Y el desenlace da qué pensar sobre una cosa y su contraria.