Crítica de «Curiosa»: Licencias y lujurias poéticas
Jeunet procura una imagen cálida y una ambientación gustosa a los encuentros entre los amantes y sus circunstancias

Ficha completa
En su primera película, el director Lou Jeunet se adentra en esas zonas tan concurridas y obscenas del santoral literario francés para narrar parte de la licenciosa vida de Marie de Régnier, poeta y novelista de principios del siglo XX que se codeó (un modo de decirlo) con los grandes artistas de su época.
En realidad, la película se ciñe a su relación con Henri de Régnier, su esposo, y especialmente con el poeta y fotógrafo golferas Pierre Louÿs, su amante y su «Virgilio» por los vericuetos de la pasión erótica y el desenfreno, que es de lo que trata la historia de «Curiosa», porque en la escritura propiamente dicha es en lo que menos se afanan ambos.
Jeunet procura una imagen cálida y una ambientación gustosa a los encuentros entre los amantes y sus circunstancias (como circunstancia más reseñable está la presencia del personaje exótico, Zohra, que interpreta la actriz Camélia Jordana con tanto carisma como contundencia cárnica). No sacia, sin duda, la curiosidad por esa época turbulenta de las artes y las letras francesas, pero “Curiosa” revela o sugiere a una mujer potente e “incorrecta” y que probablemente tenía otras muchas virtudes además de las que muestra sin recato la actriz Noémie Merlant.
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