Scarlett Johansson, la última de las estrellas de Hollywood en enfrentarse a los estudios
La actriz reclama haber perdido 50 millones de dólares por el estreno simultáneo de 'La viuda negra' en los cines y en plataformas
Disney prepara a su equipo de abogados para pelear en los tribunales contra Scarlett Johansson , una de las actrices más icónicas de su Universo Marvel. La intérprete es la última de una larga lista de estrellas que trata de resolver sus asuntos profesionales ... con una demanda. Desde Elizabeth Taylor a Kevin Costner , pasando por Peter Jackson o Sylvester Stallone , son muchas las estrellas de Hollywood que han elegido el ring de la justicia para hacer cumplir a los estudios la letra pequeña de sus contratos.
Johansson lidera un movimiento que intenta cambiar la rígida estructura de contratos sometidos al resultado de la taquilla en un momento en que los cines se encuentran ante una situación precaria con la llegada de las plataformas. La actriz asegura que reclamó garantías de estreno únicamente en salas para su película 'La Viuda Negra', garantía aprobada por Disney que sin embargo nunca se cumplió, y eso la llevó a perder más de 50 millones de dólares como consecuencia del estreno híbrido en cines y la plataforma de transmisión Disney +.
Otro nombre que suena para sumarse a la demanda contra el estudio de Mickey Mouse es Emma Stone , aunque su situación es muy diferente a la de Johansson, porque estaría todavía atada por contrato a la segunda parte de ' Cruella ', y un enfrentamiento público pondría contra las cuerdas los proyectos que su productora tiene en marcha con el estudio. El lanzamiento inicial de 'Cruella' se retrasó debido a la pandemia, y la película se estrenó a principios de este año simultáneamente en los cines y en Disney +. A pesar de haber recaudado hasta ahora 200 millones de dólares, la actuación en taquilla de la película se considera una decepción y habría hecho a Stone perder cerca de 20 millones de dólares.
Otros casos
Emily Blunt , que actualmente aparece en 'Jungle Cruise', se opuso previamente a la decisión de Paramount de lanzar su película 'Un Lugar Tranquilo II' en su servicio de transmisión Paramount +, y ahora ha visto como Disney se saltaba el protocolo de estreno de 'Jungle Cruise' con su estreno híbrido.
Quien no lo ha dudado en demandar ha sido Gerard Butler , que lleva a los tribunales a Nu Image / Millennium Films, exigiendoles 10 millones de dólares por la película ' Objetivo: la Casa Blanca '.
El caso de Johansson recuerda al de Elizabeth Taylor, que en 1964 demandó a 20th Century Fox (irónicamente, ahora propiedad de Disney) por no pagarle su parte de la recaudación de 'Cleopatra'. Fox reaccionó demandando a Taylor y a su esposo Richard Burton , alegando que su relación había sido tan 'escandalosa' que había dañado el apetito del público por la película. Ese caso se resolvió al darle a la actriz recibiendo un día de taquilla, por aquel entonces de 7 millones de dólares, equivalente a 60 millones de ahora. Por su parte, Johansson afirma que perdió con el estreno al menos 50 millones de dólares gracias a las tácticas de Disney.
Entre otros casos estrellas de Hollywood que también han demandado a los estudios destaca Olivia de Havilland , quien se enfrentó a Warner Bros por contrato abusivo; su demanda cambió el sistema de los Estudios. En 1988, Burt Lancaster demandó a Columbia por reemplazarlo con Gregory Peck en 'Gringo Viejo'.
Guerra abierta
En 1990, Crispin Glover llevó a juicio a Universal y Amblin Entertainment, la productora de Steven Spielberg , por usar un molde facial para perpetuar su imagen en la secuela de 'Regreso al Futuro' cuando Glover se negó a participar. La demanda se resolvió y Crispin recibió casi 800.000 dólares. En 1999, David Duchovny denunció a Fox por no pagar la cantidad correcta de regalías por la serie 'Expediente X'. En 2012, Kevin Costner demandó a la productora de 'Robin Hood: El príncipe de los ladrones', también por las regalías y, en el 2012, Sylvester Stallone demandó a Warner Bros. por no compartir las ganancias de 'Demolition Man'.
La guerra abierta entre Scarlett Johnasson y Walt Disney Studios, puede sentar precedente en la relación de los actores con las empresas de transmisión. Han pasado ocho décadas desde que, en casos separados, Bette Davis y Olivia de Havilland se atrevieran a llevar sus estudios a los tribunales. El exitoso caso de De Havilland preparó el terreno para los lucrativos acuerdos independientes que ahora disfrutan actores contemporáneos como Johansson. Con el milenio y la llegada de las plataformas, se esperaba otra revuelta de los actores que, por su situación contractual, reciben un tanto por ciento de su salario dependiendo de la taquilla, un cambio estructural que, inevitablemente, se ha visto acelerado por la pandemia de COVID.
Esta es la última oleada de las grandes guerras entre trabajadores de Hollywood y estudios . Estos últimos, con su irresponsable obsesión de emitir su contenido en las plataformas, puede acabar antes de encontrar una solución consensuada con la emisión de las películas en las salas de cine.
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