Sabina en los Goya 2023: de su amistad íntima con Leiva a la guerra con Pancho Varona
Nominado a Mejor Canción Original por 'Sintiéndolo mucho', el cantautor llega a la gala después de protagonizar agrias polémicas
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A Sabina y Leiva deberían darles el Goya al que están nominados en la gala de este sábado, aunque sólo sea para agradecerles la experiencia religiosa que nos regalaron al cantar 'Tan joven y tan viejo' en la del año pasado, en lo que fue la primera aparición de Joaquín desde su tristemente famosísima caída en el Wizink Center en febrero de 2020.
La dupla, demostrado quedó, tiene una química descomunal que también ha quedado estupendamente plasmada en su nueva composición conjunta, 'Sintiéndolo mucho' , que da título al filme de Fernando León de Aranoa (candidato a Mejor película documental) y que según todas las apuestas, se llevará el galardón a Mejor Canción Original. Lo dicen hasta sus rivales. «Este año les toca llevárselo a Sabina y Leiva», ha afirmado Rozalén -candidata por 'En los márgenes'- en una entrevista en Televisión Española.
El resto de competidoras son 'Batalla' de Joseba Beristain (para la película 'Unicorn wars'), 'Izena duena bada' de Aránzazu Calleja, Maite Arroitajauregi y Paul Urkijo (para 'Irati'), y 'Un paraíso en el sur' de Paloma Peñarrubia y Vanesa Benítez ('La vida chipén'), y aunque todas ellas son merecedoras de reconocimiento, lo que se respira, lo que se huele, es que el cabezón acabará bajo custodia compartida de Leiva y Joaquín.
Sabina llega a esta gala de los Goya después de una temporada mediáticamente convulsa que hubiera puesto de los nervios a cualquier otro artista. A él seguro que le han resbalado desde la primera hasta la última polémica, pero gente de su entorno admite que han sido meses «complicados».
Todo se precipitó a mediados de noviembre, cuando coincidieron la promoción del documental con el anuncio de la gira 'Contra todo pronóstico', que arrancará el 25 de febrero en San José de Costa Rica y llegará a España el 20 de abril con expectación de estrella internacional, ya que se han agotado casi todos los conciertos y en Madrid tendrá que dar nada menos que cuatro para satisfacer la demanda. Al revelarse los nombres de la banda que acompañarán a Sabina sobre el escenario en el que posiblemente sea su último tour, la sorpresa fue mayúscula al no aparecer el de uno de sus más fieles compinches en la alcoba de composición, en el estudio de grabación y en las tablas del directo: Pancho Varona.
El propio Varona fue quien amplificó la controversia al escribir en Twitter: «Joaquín Sabina ha decidido, contra todo pronóstico, no contar conmigo en su próxima gira. Yo le quiero agradecer de todo corazón las 100 canciones que compusimos juntos, las 40 giras en las que le acompañé y los 15 discos en los fui su productor. Aunque no vaya a estar en esta gira, quiero deciros a todos los que lleváis acompañándome más de cuarenta años que siempre voy a estar en cada escenario junto a vosotros. ¡Millones de gracias y todo mi cariño! Sintiéndolo mucho, Pancho Varona».
A pesar de su tono comedido y de emplear el sarcasmo sutilmente, Varona era consciente del incendio en redes que seguiría a su declaración. Y así fue: cientos, miles de internautas empezaron a mostrar su sorpresa por la ruptura, que venía gestándose desde hacía ya mucho tiempo y se evidenció el pasado mes de abril, cuando Sabina apareció por sorpresa para cantar una canción en el concierto de La Banda Sabinera (donde militan Antonio García de Diego y Jaime Asúa, que sí estarán en la gira) en la sala madrileña Galileo Galilei, pero no en el que dio allí mismo Pancho Varona sólo unos días después. La partición en dos de su banda, no obstante, no es la única razón que ha llevado a Sabina a posicionarse con Asúa y de Diego. Al parecer, ya había problemas en la relación con Varona desde mucho antes.
Ya no tan de izquierdas
Parecía que la 'promo' de Sabina no podía ser más polémica después de esta ruptura tan agria, pero el de Úbeda nos tenía más sorpresas reservadas. Esta vez en forma de declaraciones, cuando en una rueda de prensa aseguró que ya no es «tan de izquierdas» porque tiene «ojos y oídos para ver y oír lo que pasa», ante un murmullo en la sala atestada de periodistas que fue el preámbulo de un clamor de perplejidad en todo el país. «De todas las revoluciones del siglo XX, todas fracasaron estrepitosamente; la única que avanza en el siglo XXI es el feminismo y el LGBT. La deriva de la izquierda latinoamericana me rompe el corazón justamente por haber sido tan de izquierdas», aseveró sin pelos en la lengua.
Siempre se ha dicho que el mundo del cine es más bien de izquierdas. Y si hay algún lugar donde eso se deje notar más, es en la gala de los Goya. ¿Le perdonarán aquellas palabras a Sabina? ¿O habrá escasez de aplausos y algún abucheo cuando suba a recoger el premio?
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