El mejor Tenorio, por Gustavo Pérez Puig

Roto, profundamente conmovido por la noticia de la muerte de Francisco Rabal, mi amigo Paco, se me agolpa un borbotón de recuerdos, de buenos momentos vividos juntos. Aparte de ser grandes amigos, éramos paisanos, porque yo me considero murciano de adopción y eso hacía más fuertes los vínculos de nuestra amistad. Tengo de él recuerdos fabulosos. A finales de los años sesenta, hicimos juntos un «Don Juan Tenorio» que ha quedado en los anales de TVE. Doña Inés era Concha Velasco y también trabajaban Juanjo Menéndez, Fernando Guillén... un reparto maravilloso. Del trabajo de Paco puedo decir que es el mejor Tenorio que he visto interpretar, y he visto más de veinte, desde los más recientes, a otros históricos, como los de Guillermo Marín, Luis Prendes, Enrique Diosdado, Vicente Soler, Enrique Guitart, Ana Marsical...

El de Paco era un Tenorio modélico, como si Zorrilla hubiera escrito el papel pensado en que algún día lo iba a interpretar un soberbio actor de Águilas llamado Francisco Rabal. Estaba increíble de voz, diciendo el verso como él sabía hacerlo, preciso de gesto, ideal de físico, porque unía su gran calidad como intéprete la apostura de galán exigida por el personaje. La repercusión de su emisión por Televisión ESpañola fue enorme, y su éxito en otros países, también, En Venezuela, por ejemplo, se emitió tres veces. En fin que aquella interpretación queda en mi memoria como uno de esos momentos de rara alquimia entre actor y personaje, aunque decir esto en el caso de Paco es quedarse corto, porque todos recordamos grandes trabajos suyos en el cine y siempre estaba estupendo, desde el Azarías increíble de «Los santos inocentes» a sus películas con Buñuel o sus últimas interpretaciones.

Y si era un actor descomunal, su talla como ser humano era todavía más grande. Hace un par de semanas leí al entrevista que publicó ABC y me alegró encontrarlo tranquilo y cordial como siempre. La noticia de su fallecimiento cuando regresaba de Montreal ha sido para mí un golpe tremendo. España ha perdido a uno de sus más grandes actores y yo he perdido un amigo del alma.