Jodie Foster y el musical de Leos Carax, en una tórrida inauguración
La actriz recibía ayer una Palma de Oro de Honor por todo lo que le ha dado al cine

El día inaugural de esta edición del festival era el mejor ejemplo de dónde hay que estar si a uno le gustan las dificultades, las gestiones con grandes colas previas y vivir unas horas, en términos generales, entre un «me ahogo» y un «allá a ... lo lejos tal vez haya una orilla». Todo el mundo ha sentido alguna vez ese cotizadísimo placer de que al mes de julio le salga un día, si no fresco, sí con algo de biruji; bien, pues ese día no era ayer, y la reunión de termómetro siempre hacia arriba y humedad de interior de cava de puros habanos ya anunciaban que la hora de la alfombra roja, a las siete de la tarde, no facilitaría que el paseíllo de invitados le ofreciera a las cámaras su mejor versión: o buena cara o buen esmoquin. Ya se sabe que a partir de los treinta grados húmedos, lo que hay dentro de un esmoquin se reviene y corrompe como una ensaladilla rusa a la solanera, y ahí no sirven ni quiera unos cuantos cursos en el Actors Studio para interpretarlo.
El regreso de Bong Joon-ho
En fin, pero el festivalero de Cannes no está aquí para analizar el estado de la ensaladilla, sino del cine, y la jornada inaugural tenía otros aspectos y sabores, como, por ejemplo, el de la maestra de ceremonias de la gala, la actriz Doria Tillier , que no es que tenga una filmografía irrebatible, como Bette Davis , por poner un caso, pero estuvo nominada al Cesar del pasado año por la película ‘ La Belle époque ’, dirigida por su exnovio Nicolas Bedos . Y si a alguien no le parece esto gran cosa, ahí estaban como grandes protagonistas de la inauguración la actriz Jodie Foster , que recibía una Palma de Oro de Honor por todo lo que le ha dado al cine, y el director coreano Bong Joon-ho , el de ‘ Parásitos ’, que volvía al festival como quien vuelve ‘al lugar de los hechos’.
Y muy especialmente protagonistas, también, el director y las estrellas del filme inaugural, ‘ Annette ’, dirigido por Leos Carax y con Adam Driver y Marion Cotillard en sus papeles estelares. Es un musical con todas las pretensiones estéticas y el estilo siempre rebuscado de Leos Carax; tenía la ventaja de que su duración era solo de 140 minutos, con lo que terminaba justo cuando el partido de la Eurocopa entre España e Italia, que aquí en Francia no tenía lo que se dice un gran cartel tras la actuación manifiestamente mejorable de su equipo nacional de fútbol. Es un musical con mucha ínfula, sí, hinchada de orgullo fílmico y de imágenes para impresionar, pero también con la voz en primer plano de Driver, esa que sale de un profundo odre y que le dio vida a Kylo Ren , el villano que sucedía a Darth Vader en la saga de ‘ La Guerra de las Galaxias ’.
La competición por la Palma de Oro entrará en tromba las próximas horas con la película de François Ozon ‘ Tout c’est bien passé ’; con la de Nadav Lapid ‘ Ha’berech ’, y con ‘ Lingui ’, de Mahamat-Saleh Haroun , pero, para verlas, no hace falta solo querer, sino también presentar un análisis de PCR negativo, lo cual le da una cierta intriga a la presencia del cronista en el festival, porque en cualquiera de estas pruebas ‘lo nominan’ y sale del Palais del Cine como si fuera la casa de Gran Hermano.
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