Editorial
Los socios comienzan a abandonar a Maduro
Gustavo Petro y Lula da Silva se desmarcan del régimen chavista a las puertas de unas elecciones fraudulentas
Un recurso habitual en todos los tiranos es tildar de «fascista» cualquier conato de oposición democrática. La Asamblea Nacional venezolana aprobó el pasado martes una supuesta ley antifascista que servirá para dotar al Gobierno de Nicolás Maduro de nuevos mecanismos de represión contra todos aquellos que se atreven a desafiar su dictadura. La pulsión antidemocrática ha llegado a tales límites en Venezuela que socios tradicionalmente condescendientes con el chavismo, como Gustavo Petro o Lula da Silva, comienzan a marcar distancias con un sistema totalitario que cada vez resulta más difícil de justificar.
Las próximas elecciones de julio se celebrarán en una circunstancia desprovista de las más mínimas garantías democráticas, lo que empieza a alertar a toda la comunidad internacional. Lamentablemente, y a pocos meses de los comicios, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero insiste en mantener una ambigüedad injustificable con respecto al régimen chavista.
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